Con la imposición de ceniza, la mañana de este miércoles inició formalmente la Cuaresma, en una homilía encabezada por el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, el jerarca de la grey católica llamó a las personas a retomar el sacramento del bautismo, la oración, el ayuno y el compartir, a través de la limosna, con los más necesitados.
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Durante la celebración eucarística, explicó que en este día comenzó el camino hacia la Pascua, donde es importante retomar los sacramentos, además de buscar la reconciliación con Dios a través de la penitencia, para reconstruir esa relación que pudiera estar rota.
Señaló que al final del camino, en la vigilia pascual, los católicos renovarán las promesas, optarán por Dios y asumirán el proyecto de “nuestro padre”, pues es tiempo favorable de salvación y gracia, que es donde la reconciliación tiene sentido, así como la celebración de la eucaristía.
Exhortó a que en este tiempo pongan el corazón, a través de los elementos que les da el Señor, para comprender que él ve el corazón, por lo que planteó lo más importante es la conversión que se manifiesta en hechos, pero desinteresados, no en quedar bien con alguien más.
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Por otro lado, refirió que el ayuno es para compartir con el Señor lo que les da, pues eso ayuda a liberarse de cosas que pesan y que no los dejan caminar hacia la Pascua, el compartir con Dios y con los demás, es decir, proyectar el servicio hacia el prójimo.
Asimismo, manifestó que la oración es otra medida para la reconciliación, pero es hacerla de manera serena y a solas, pues él escuchará, siempre y cuando lo inviten a su espacio de oración y, al cerrar esa puerta, sea únicamente para conectar con él, pues los ve en secreto.
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Finalmente, invitó a la feligresía a acudir a la imposición de la ceniza en distintos horarios y sedes, además de acudir a las homilías que celebran todos los días por la mañana y por la tarde, así como para congratularse con el prójimo y participar de la entrega de enseres a los más necesitados.
EL DATO
Esta mañana el Obispo bendijo la ceniza para después imponérsela a quienes acudieron a la celebración eucarística en la iglesia de San Francisco, ubicada en la capital del estado.