Como cada año, alumnas de la Escuela Normal Rural Lic. Benito Juárez, ubicada en Panotla, marcharon por las principales calles de la ciudad de Tlaxcala para entregar el pliego petitorio a las autoridades educativas del estado, cuyo documento plasma las carencias y necesidades educativas en infraestructura, economía y política.
Cada 12 de septiembre las estudiantes salen de las instalaciones académicas para levantar la voz y gritar consignas para que sus demandas sean escuchadas por la sociedad en general, el Gobierno del Estado y las autoridades de la Secretaría de Educación Pública de la entidad.
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Durante el recorrido provocan cierres viales intermitentes que afectan a conductores particulares y del transporte público, pero este 2023 el trayecto fue más ágil y con menor cantidad de personas, aunque sí reportaron interrupciones al tráfico en diversas calles.
A las 9:30 horas inició la marcha a las afueras de la normal rural, contingente que estuvo integrado por jóvenes de las escuelas de Tlaxcala, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Estado de México, Oaxaca y Morelos. En el recorrido, externaron que la institución tiene carencias y solicitaron que sean cumplidos sus derechos a recibir educación laica, gratuita y de calidad.
En su mensaje, aseguraron que las 17 normales rurales del país brindan educación a sectores vulnerables, como hijos de campesinos y obreros que se graduarán como docentes para formar académicamente a infantes de comunidades rurales.
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Además, revelaron que al estudiar en un sistema de internado, deben recibir las tres comidas diarias, un lugar para dormir y educación, de ahí que exigen lo que establece la ley.
Agregaron que las escuelas rurales han sufrido grandes represiones y recordaron que el año pasado falleció una alumna en Tlaxcala, presuntamente por la agresión del gobierno del estado, cuando solo ejercieron su derecho a la manifestación y libre expresión.
Durante el trayecto, personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos brindó acompañamiento a las normalistas de Panotla, para vigilar que no fuera vulnerada su integridad física ni psicológica y no fueran reprimidas por las autoridades al expresar sus demandas. Incluso, elementos de Seguridad Pública municipal y estatal brindaron apoyo vial para evitar incidentes en la marcha.
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Fue alrededor del mediodía que arribaron a la Secretaría de Educación Pública y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (Sepe-Uset), para hacer la entrega oficial del pliego petitorio, pero las instalaciones permanecieron cerradas y el personal fue desalojado previamente. Al no ser atendidas, las normalistas colocaron mantas a las afueras de la dependencia y gritaron consignas.
Al fijar su posicionamiento, las alumnas indicaron que, apoyadas por delegaciones agremiadas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, buscaron el diálogo y negociación con las autoridades educativas de la Sepe-Uset, pero no les permitieron conversar y solo brindaron negativas a sus solicitudes.
Acusaron que Homero Meneses Hernández, secretario de Educación Pública en Tlaxcala, no ha cumplido las peticiones del pliego de 2022, pese a que se comprometió y firmó un documento para cubrir las demandas, pero siguen sin recibir apoyos económicos para transporte y realizar sus prácticas en escuelas rurales.
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Las jóvenes argumentaron que Meneses Hernández no asumió su papel de cuidar la integridad de las estudiantes, de ahí que pidieron detener el hostigamiento y llegar a un acuerdo que beneficie a las estudiantes y a las autoridades.
Pese a que no revelaron cuántos puntos integran el pliego petitorio de 2023, solo indicaron que está constituido por demandas académicas, económicas, de infraestructura y políticas. Entre las principales carencias, indicaron que buscan mejorar los dormitorios, canchas y salones, tampoco cuentan con material para estudiar, como cañones proyectores y red de internet.
Finalmente, las estudiantes externaron que permanecerían a las las afueras de la Sepe-Uset hasta que sean atendidas sus demandas.
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Los estudiantes normalistas bloquearon el ingreso a las instalaciones de la Sepe-Uset con un autobús, pero esto afectó a personas de las diferentes dependencias situadas en la zona, pues no pudieron salir con sus vehículos, lo que provocó inconformidad entre los usuarios y trabajadores.