En Tlaxcala hay gobernabilidad pues todos los conflictos que se han presentado tienen tintes políticos, argumentó Joaquín Flores Nóhpal, director de Gobernación.

Enumeró los conflictos en Nativitas, Ixtenco, Acuamanala, Teolocholco y en los subsistemas de educación.

A pesar de ello, descartó que exista inestabilidad en la paz social de Tlaxcala, pues cada caso es distinto, pero marcados con una constante: los intereses políticos.

“Estamos en un año electoral, y aunque ahorita exista un receso, una vez que inicien las campañas de manera formalizada se presentarán más casos de ese tipo”, comentó.

Además, apuntó que en cada uno de los casos ha intervenido la dirección de Gobernación para presentar atención, pero siempre buscando que reine la estabilidad social que caracteriza al estado de Tlaxcala.

En el caso de Ixtenco, sentenció que es cuestión de actitud de los involucrados, pues el Cabildo está dividido a pesar de que son autoridades “y se atacan entre ellos, lejos de discutir civilizadamente la problemática”.

Lamentó que ni siquiera existe una fecha tentativa o un término fatal para abrir las puertas de la presidencia, pues cada parte involucrada defiende a “capa y espada” su postura, pero confió en el trabajo de Tito Cervantes Zepeda, Secretario de Gobierno, quien está atendiendo el caso.

Por último, aclaró que en los conflictos presentados tienen injerencia varias instituciones y Poderes, por lo que no se resuelven “de la noche a la mañana”.

Todos los casos tienen trasfondo político, por ejemplo, de la calle cerrada en Nativitas, el presidente Oscar Murias y el exalcalde Javier Quiroz no se llevan en la política, pero como ciudadanos incluso se saludan, lo mismo pasa en Ixtenco y en los subsistemas

Joaquín Flores Nóhpal / Director de Gobernación