Los desacuerdos, para evitar que se conviertan en un conflicto, deben resolverse con diálogo y escucha para lograr acuerdos y consensos, nunca con el uso de la fuerza pública porque eso es como “ponerle gasolina al fuego”, manifestó Joel Molina Ramírez, senador por Tlaxcala.
Por eso, lamentó que el gobierno estatal haya recuperado las instalaciones de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET) a través del despliegue de policías estatales, antes que escuchar de forma directa las peticiones del personal administrativo sindicalizado.
Y es que el legislador federal aseguró que ni el secretario de Educación Pública del estado (SEPE), Manuel Camacho Higareda, ni el líder de la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Demetrio Rivas Corona, tuvieron acercamientos con los representantes de los docentes inconformes.
De hecho, explicó que ambas autoridades educativas defendieron su “cerrazón” al argumentar una necedad y resistencia por parte de Gwendolynee Amaro Ramírez, secretaria general de la delegación D-III-1 del SNTE.
“Argumentaron que debía ser por los canales institucionales, es decir, a través de la Sección 31, pero el sindicato tampoco tuvo interés y si es que hubo reuniones entre ellos fueron sin llamar a la parte involucrada, a quienes representan a los trabajadores administrativos de la USET”, expresó.
Por otro lado, objetó que el desalojo de los maestros haya sido “en estricto apego a derecho” al cuestionar los métodos y, todo sobre todo, el horario elegido para hacerlo.
“Ellos son docentes –mujeres en su mayoría-, no delincuentes, y ojalá el gobierno estatal que encabeza Marco Antonio Mena Rodríguez actuara de la misma forma en contra de quienes delinquen, asesinan y secuestran a los tlaxcaltecas”, espetó.
Con base en una experiencia personal, cuando siendo titular de la Sepe en la administración del exgobernador José Antonio Álvarez Lima encaró un problema educativo con el Movimiento de Bases de Magisteriales, insistió en que el diálogo es la única vía para la resolución de conflictos y que en este caso era prioritario dar la cara para decir que sí se puede y qué no.
Un vez más criticó la tardanza del gobierno estatal para buscar una solución, sobre todo si ya existían varias denuncias interpuestas ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
“Esto raya en la imprudencia oficial y en la falta de respeto a la clase trabajadora”, comentó al tiempo que destacó que esa orden del gobierno estatal lástima la imagen que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene de Tlaxcala.
REFRENDA APOYO A COMPAÑEROS
- El también maestro jubilado refrendó su apoyo a sus compañeros y confió en que el gobierno estatal no aumentará la represión con la invención de la comisión de otros delitos a los cuatro docentes detenidos la mañana de ayer durante el desalojo.
“Ojala que el gobierno pronto los liberé sino, cuando se den cuenta, tanto en Palacio de Gobierno como en la misma PGJE habrá gente y no hay necesidad de que este conflicto se agrave”, finalizó.
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