De seminarista a cantautor y productor, Martín Cortés Hernández compuso en el año 2017 el himno para los Niños Mártires de Tlaxcala, pero siete años después sigue guardado en la discografía de la cultura religiosa del estado.
Pocos saben de su existencia, pocos saben que se produjo para la canonización de los protomártires de América, los llamados santos de amor, y que sonó el 15 de octubre de 2017 en la Plaza de San Pedro, en la ciudad del Vaticano, en Roma, Italia.
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A pesar de eso, el cantautor nativo de Amaxac de Guerrero guarda como un tesoro religioso su trabajo y confía que pronto se difunda a nivel estatal en todos los templos y hogares de Tlaxcala.
El disco CD, que contiene tres versiones del himno: sinfónico, con guitarra y mariachi se grabó en los estudios de Marcoh Music, que representa Cortés Hernández.
De este modo, se hicieron tres mil copias para ser distribuidas con cuota de recuperación, pero no prosperó ante la falta de difusión de las autoridades religiosas.
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Apenas este 23 de septiembre culminó la fiesta diocesana de tres días, en ninguno se escuchó el himno a los Niños Mártires de Tlaxcala, Cristóbal, Antonio y Juan.
A pesar de eso, su creador considera que el himno “es como un niño que aprende a caminar y pronto caminará solo”, dijo Martín Cortés, mientras en su estudio de grabación, en entrevista con El Sol de Tlaxcala, se escucha el tema compuesto por él.
Ahora sigue el aniversario de la canonización y no pierde la esperanza de que su obra esté presente en la celebración, porque además del himno, también hizo cantos religiosos con narrativas de los primeros laicos católicos americanos que sufrieron el martirio en defensa de la fe católica dentro del territorio mexicano.
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Y es que recordó, a iniciativa propia presentó tres canciones en honor a los protomártires, su primer contacto fue con el sacerdote Ranulfo Rojas Bretón, quien lo dirigió con el padre Gabriel Alcantarilla Sánchez, en ese entonces encargado de la vicaría territorial de Santa María Atlihuetzia.
Ahí, Martín Cortés dejó a un lado las tres canciones que propuso, para emprender la composición de un himno. Le bastó sólo un mes para hacerlo.
Al tratarse de un asunto religioso, no hubo dinero de por medio, sólo su fe lo llevó a emprender la producción, donde al principio constó de mil copias y después se mandaron a realizar otras dos mil más.
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Asimismo, el compositor contó con la participación honoraria de músicos tlaxcaltecas, que se sumaron a la labor altruista en la producción artística para los Niños Mártires de Tlaxcala.
Actualmente, el himno se puede encontrar gratuitamente en las plataformas digitales de Spotify y YouTube, para que la gente de Tlaxcala lo conozca y lo haga suyo, porque de eso se trata, de resaltar musicalmente el sacrificio de los Niños Mártires a favor de la fe católica, finalizó Martín Cortés.
Martín Cortés, además de exseminarista, también fue maestro de música en el seminario menor de Tlaxcala, hoy se le conoce como la “Relevación Romántica”, asimismo ha compuesto el himno a Amaxac y Apetatitlán.