Corría el año de 1953 cuando el afamado ganadero tlaxcalteca Raúl González González regresó del viejo continente donde presenció los famosos encierros taurinos de Pamplona, España; en honor a San Fermín; e impresionado por éstos, desea realizarlos en Huamantla.
Comparte ésta vivencia con sus amigos Eduardo Bretón González, Manuel de Haro Caso, Gonzalo Macías Galaviz, Sabino Yano Sánchez, Miguel Corona Medina, Emilio Macías Sánchez, Francisco Ramírez Lima, Enrique Cervantes Aragón y Jesús Villaseñor; quienes entusiasmados inician los preparativos para tan singular evento y logran obtener los permisos ante las autoridades municipales y estatales, aunque con cierto recelo del jefe de servicios médicos municipales, pero al final participa en la suelta de los toros a bordo de su flamante ambulancia.
Entre los intrépidos corredores que participaron en el peculiar encierro, según las crónicas de ese tiempo. se registró a: Gonzalo, Humberto y José Macías Galaviz; Sabino, Manuel y Enrique Yano Sánchez; José Hernández Díaz, Wiliulfo Macías Sánchez, Guilermo Alday, Luis Espino Zamora, César Carrizosa González, Rodolfo Maldonado Mazarrasa, José Andalco, Gabriel Pérez, Jorge de la Serna, Miguel Corona Medina, Humberto Pardo Bretón, Ignacio Briones, Darío Sánchez Zamora; Enrique Cervantes Aragón; José y Eloy Rivera Bibriesca.
Ese día un lote propiedad de Andrés Loaiza sirvió de corral para que los erales de la afamada dehesa “Piedras Negras” corrieran con destino al coso de “La Taurina”, que cumpliría 36 años de existencia, actualmente hay una placa en la calle Roberto Covarrubias, esquina con Hidalgo de la Heroica y Monumental Ciudad Real de San Luis Huamantla, da testimonio del hecho.
El cartel lidiado esa memorable tarde estuvo representado por Manuel Capetillo, Jorge Aguilar “El Ranchero” y Rafael García, quienes arrancarían sus mejores faenas a: “Cantinero”, “Borracho”, “Parraleño”, “Bonito”, “Cuervo”, “Gitano” y “Toledano”.
En el Programa de la Grandiosa Exposición Regional y Tradicional Feria de la Ciudad de Huamantla, Tlaxcala, del 11 al 18 de agosto de 1954, se anunció: “Domingo 15 de agosto, a partir de las nueve horas, espectacular encierro de los seis finísimos toros de lidia de la Ganadería de Piedras Negras que componen la Gran Corrida de Feria de este día, que serán llevados como a campo traviesa por las calles de la Ciudad al estilo Pamplona, España; por un grupo de diestros caporales y guiados por los amaestrados cabestros del cortijo, siendo el recorrido a su entrada, por todas las calles de Zaragoza siguiendo por las de Bravo hasta los corrales de La Taurina”; con lo anterior inició lo que a través del tiempo se le llamaría “La Huamantlada”.
Al año siguiente, 1955, la ruta cambió y comenzó en el Frontón sobre la calle Matamoros para culminar con una Corrida de Toros de Rancho Seco en la Plaza de Huamantla.
Ya en 1956 la prensa nacional describió los relatos de esta fiesta taurómaca, periódicos tan prestigiados como el Excélsior mostraban ya gráficas de los corredores delante de los toros.
Pepe Alameda en su columna de toros en el Heraldo de México escribe “Sobre la Huamantlada, la Pamplonada y Similares”, el gran cronista relató: “consiste en soltar toros por las calles de la ciudad para que los toreen maletillas y aficionados entre el regocijo de miles de espectadores que contemplan el abigarrado suceso desde empalizadas, puertas, balcones y azoteas”.
Para 1968 se compraron ejemplares exprofeso para el encierro, ya que un año antes el matador Eloy Cavazos se negó torear a los astados por estar “tocados” y entonces fueron adquiridos inicialmente por vecinos y aficionados, ahora es la autoridad municipal la que costea la compra de los bureles.
En el centenario de la Feria de Huamantla (1974) un cartel anunció: “Huamantla, Tlaxcala. 1er centenario de su Feria. Encierro de toros bravos, Pamplonada estilo Huamantla. Domingo 18 de agosto a las 11 horas”.
Para el 25 aniversario (1979) otro póster comunicaba: “22 de agosto, encierro taurino estilo Huamantla”, lo que demuestra que el espectáculo tuvo variaciones en su denominación.
Al paso de los años se modificó la ruta y se diseñó un circuito que consiste en cerrar varias calles de la ciudad para soltar los toros y poderlos torear, con un estilo muy diferente al inicial, pero que ha sido un escenario para todos los valientes que tienen ansias de novilleros y un diversión para los espectadores asistentes al circuito, lo anterior hace que “La Huamantlada” sea la “capea más grande del mundo”.
El encierro se ha modificado hasta llegar a su diseño actual, el año pasado (2019) tuvo un circuito de 17 calles con igual número de bureles para celebrar la edición “LXVII” pues hubo un evento más en octubre de 1984 con motivo de la fundación de Huamantla.
En este 2020, la feria de Huamantla se suspendió por la pandemia de lo contrario “La Huamantlada” cumpliría 66 años de realizarse ininterrumpidamente y correspondería la edición LXVIII.
Actualmente, en la víspera, los vecinos del circuito levantan burladeros y adornan sus fachadas con alusiones taurinas; en 2002, el alcalde de Huamantla, Alejandro Aguilar López convoca a varios amigos, entre ellos Miguel Arenas, Jaime Padilla, familia Meneses Curiel entre otros para organizar un desfile denominado “Noche de Burladeros” con participación de la Reina de la feria, peñas taurinas, charros, mariachis, mojigangas, tlachiqueros, huehues y músicos.
Previo a la detonación del tercer cohetón, que anuncia la apertura de los cajones para dar inicio a “La Huamantlada”, un sacerdote realiza un rezo frente al Museo Taurino donde participan corredores, maletillas y público asistente.
En la organización de los encierros han participado ganaderos, toreros y caporales, integrantes de la Peña Taurina Huamantla, A.C. y la Asociación Taurina “Sangre Nueva”; recientemente es la autoridad municipal la que lo coordina con el apoyo monetario del gobierno estatal pero como escribió Miguel Corona, fundador de este gran acontecimiento: “para saber realmente ¿qué es la Huamantlada?, ¡ Hay que estar en ella!
*Cronista Vitalicio de la ANACCIM
3 cohetones se lanzan al aire antes de iniciar La Huamantlada.
17 calles con igual número de bureles conformaron la última edición, en 2019.
RITUAL PREVIO
Previo a la detonación del tercer cohetón, que anuncia la apertura de los cajones para dar inicio a “La Huamantlada”, un sacerdote realiza un rezo frente al Museo Taurino donde participan corredores, maletillas y público asistente.
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