Como un acto de fe, los integrantes de la Provincia Eclesiástica Angelopolitana a la que pertenece la Diócesis de Tlaxcala, consagraron su culto religioso a la Virgen María en su advocación de Ocotlán para pedir el fin de la pandemia.
Durante una eucaristia a puerta cerrada en la Basilica de Ocotlán, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino resaltó que durante ocho días la grey católica se mantuvo en oración y súplica para que la pandemia por la Covid-19 termine.
PIDEN LA INTERVENCIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE OCOTLÁN
Ejemplificó que este ejercicio se asemeja a lo sucedido en 1541, cuando los antepasados pidieron la intervención de Nuestra Señora de Ocotlán para el fin de una epidemia que azotaba a la región.
Con la colocación de un cirio, agua del pocito de Ocotlán y flores, en una oración a través de medios digitales, los feligreses de la Arquidiócesis de Puebla, y las Diócesis de Tehuacán, Huajapán de León y Tlaxcala, oraron por el fin de la contingencia sanitaria.
Cientos de creyentes refrendaron su confianza en el patronato y protección de la virgen de Ocotlán.
LA HISTORIA
La confianza y fe en la protección de la Virgen de Ocotlán, de acuerdo con los pasajes históricos religiosos, deviene de la protección de la imagen al pueblo Tlaxcalteca en el año de 1541, cuando era azotado por una pandemia.
Según la historia señala que fue gracias al agua santa con la que dotó a la región y que hizo llegar a los enfermos a través de Juan Diego.
En Tepeaca, Puebla, se juró el patronato de la virgen de Ocotlán en el siglo XVII y en 1774 se proclamó a la Virgen de Ocotlán como patrona de la Provincia Angelopolitana, por lo que el segundo domingo de julio de cada año se reconoce este hecho.
- El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo, dijo que “con la consagración a la Virgen de Ocotlán pedimos las gracias de la vida y la salud y el fin de los momentos difíciles que vivimos”.
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