Entre la desesperanza e incertidumbre por el patrimonio perdido, ocho familias de la Unidad Habitacional El Llanito, Chiautempan, demandaron a autoridades estatales y municipales su apoyo al acusar un “olvido institucional” tras resultar afectados el pasado martes tres de diciembre por el incendio de una pipa repartidora de gas L.P.
Desde ese fatídico día y hasta hoy, los damnificados que fueron evacuados de sus viviendas permanecen en el improvisado albergue, ubicado a unos 100 metros de sus casas, sin saber si en los próximos días podrán regresar a ellas, pues a la fecha no ha sido emitido el dictamen oficial de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
El Sol de Tlaxcala dio amplia cobertura a ese lamentable suceso que provocó que una mujer de 22 años de edad y su menor hija de apenas dos años perdieron la vida, resultado del flamazo de la unidad. Ambas eran originarias de las Sección Novena de Contla de Juan Cuamatzi.
Ante el accidentado desalojo, los vecinos revelaron a este Diario que dos menores de edad fueron puestas en riesgo por los servicios de emergencia, pues el día del siniestro quedaron atrapadas en el departamento marcado con el número cuatro, a pesar de que autoridades ya habían reportado la evacuación total. No obstante, al romper la ventana trasera, lograron ser puestas a salvo por sus propios familiares.
Sumado a ello, los ocupantes de esos ocho departamentos fueron desalojados de sus viviendas y, a una semana de la contingencia, se han visto en la necesidad de ajustarse a diversas condiciones para sobrevivir, pues no son pocas las peripecias que -manifiestan- han tenido que pasar desde ese día.
EXIGEN A EMPRESA GASERA ASUMIR LA RESPONSABILIDAD
Los afectados pidieron la intervención de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros para que les brinde apoyo legal y la empresa denominada “Gas Real” se haga responsable de las afectaciones a sus viviendas.
Comentaron que a la fecha no les han dado a conocer si será el seguro de la empresa el que asuma los gastos de las afectaciones, si será necesaria la reubicación ni cómo solventarán los daños registrados.
Cabe destacar que hasta hoy no se tiene registro de la empresa gasera en Tlaxcala ni mucho menos del operador de la pipa que el día del incendio iba al volante.
VIVIENDAS DAÑADAS Y SIN DICTAMEN OFICIAL
En un recorrido por el interior del edificio, previa autorización de los propietarios, este Diario constató que los ocho departamentos registran daños, aunque al menos en seis de ellos vecinos refieren que además de sus pertenencias quemadas, al ingresar a la escalera el lugar se cimbra y por ello no tienen confianza en regresar a sus hogares, al considerar que “nuestra vida está en peligro porque nadie nos ha dicho si existe riesgo si permanecemos aquí”.
Además, relataron que desde el día del percance sus departamentos fueron saqueados porque una vez que fueron sofocadas las llamas y les permitieron ingresar para sacar objetos de valor, no localizaron teléfonos celulares, computadoras y pantallas y, sin acusar directamente a alguien, no descartaron que integrantes de los cuerpos de emergencia abusaron de la revisión que hicieron para apoderarse de cosas que no eran suyas.
Extraoficialmente, algunos funcionarios municipales les comentaron a los vecinos que sus departamentos de la zona media y parte alta del edificio podrían ser habitables, lo que generó desconfianza porque los departamentos ubicados en la parte de abajo registraron daños estructurales considerables.
LES DAN COLCHONETAS Y AL DÍA SIGUIENTE SE LAS QUITAN, ACUSAN
De manera inicial, los habitantes de los ocho departamentos del edificio 16 fueron refugiados en el auditorio de la delegación y aunque el primer día les fueron entregadas colchonetas por la CEPC, acusaron que al día siguiente les fueron retiradas por el mismo personal, lo que les hizo pensar que “nada más vinieron para tomarse la foto y presumir que nos apoyaron, pero la realidad es otra”.
En el auditorio de la localidad, que también es utilizado como salón de usos múltiples, ha servido como albergue para las familias, quienes durante el día permanecen en el sitio y en la noche sólo pernoctan los varones adultos, pues no cuenta con vidrios en las ventanas y el frío es insoportable.
Además de las malas condiciones de asilo, este sábado siete de diciembre los ocupantes del improvisado albergue corrieron el riesgo de ser desalojados del sitio, debido a que el auditorio había sido rentado con anterioridad por uno de los vecinos para la celebración de una fiesta. Incluso, el delegado de la Unidad Habitacional El Llanito, Miguel Ángel Flores, no les dio una respuesta por varias horas, hasta que alcanzaron un acuerdo con los vecinos para que no los sacaran del espacio de uso común.
Los quejosos manifestaron que desde esa fecha el delegado no se ha acercado para brindarles mayor apoyo, por lo que de los seis sanitarios con los que cuenta este inmueble en óptima función sólo están dos, no cuentan con equipo de refrigeración y son los vecinos quienes se encargan de dotarlos de comida caliente.
Es por eso que de las ocho familias albergadas sólo los varones pernoctan en el lugar, mientras que mujeres, niños y algunos adultos mayores son recibidos por familiares o vecinos para que puedan dormir y asearse.
Lo anterior, debido a que en el lugar las bajas temperaturas son considerables, además de que han registrado algunas plagas como cucarachas, chinches, tijerillas y roedores, lo que pone en riesgo a los menores de edad, principalmente.
De acuerdo con los afectados, a la fecha sólo recibieron 14 despensas que fueron otorgadas por parte de la Secretaría de Bienestar del gobierno estatal, que no han utilizado debido a que no cuentan con los enceres para cocinar, ni para almacenar comida.
Ante la falta de información sobre cuándo podrán regresar a sus hogares, los afectados han almacenado algunos artículos donados para evitar que con el paso del tiempo registren alguna carencia de alimentación y abasto básico.
“Entre más va pasando el tiempo estamos viendo más el abandono, aunque sabemos que hay fondos para este tipo de desastres, pero consideramos que lo que nos han ofrecido no es lo adecuado respecto a la situación que hemos registrado”, sostuvo una de las afectadas.
Recurso:
En el albergue están los integrantes de ocho familias, nueve menores de edad y un bebé, así como seis adultos mayores.
Por el incendio de la unidad transportadora de Gas L.P., el edificio 12 registró daños colaterales.