Los factores adversos que enfrentan las personas que deciden abandonar sus países de origen para alcanzar el denominado “sueño americano”, generan una sutil línea entre migración y el delito de tráfico de personas.
Así lo advirtió la pastoral del migrante y la Diócesis de Tlaxcala, a través del albergue “La Sagrada Familia”, instancias defensoras de los derechos humanos que a propósito de la localización de 726 migrantes en una bodega en el municipio de Cuaxomulco, expresaron su preocupación por la comisión de este delito en la entidad.
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A través de un comunicado oficial, el albergue “La Sagrada Familia”, asociación civil sin fines de lucro que brinda ayuda humanitaria a personas migrantes provenientes de Centroamérica, refirió que los migrantes al tratar de evadir los puntos de control de la entidad son captados por grupos dedicados al tráfico de personas.
Las 726 personas provenientes de Ecuador, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua se suman a las más de mil 150 que, en 2023, también fueron localizadas en diferentes municipios de Tlaxcala, en circunstancias que podrían constituir el delito de tráfico de personas.
La asociación civil puntualizó que las cifras reportadas se convierten en “un indicativo preocupante por la dimensión que ha tomado en la entidad”, por la posible constitución de un delito.
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La delgada línea entre migración y tráfico de personas es la definición en los términos, de acuerdo con la Real Academia Española el primero se define como desplazamiento geográfico de individuos o grupos, generalmente por causas económicas o sociales.
En tanto, el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, define el tráfico de personas como “facilitar la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero o de orden material”.
PREOCUPA A ASOCIACIÓN VIOLENCIA Y TRATO INHUMANO
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Ante la localización de grupos de personas en probable condición de tráfico de personas, “La Sagrada Familia” calificó como indigno el ultraje, las condiciones crueles, inhumanas y degradantes en las que son movilizadas las personas, al señalar que ponen en riesgo su integridad y son expuestas a delitos como el secuestro, la trata de personas, la explotación sexual infantil, entre otros.
En los últimos años se ha agravado la violencia que las personas migrantes enfrentan durante su tránsito por nuestra entidad. Es inquietante que, al tratar de evadir los controles migratorios instalados en diversos municipios sean captadas por grupos de tráfico de personas, refiere el documento.
La asociación civil planteó que acciones como la detención migratoria implementada por el Instituto Nacional de Migración o la prohibición por guardias de seguridad del tren para que las personas no lo aborden, están forzando a las personas a exponerse y ser víctimas de este delito.
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AUTORIDADES DEBEN GARANTIZAR SEGURIDAD
Ante la sutil línea que enfrenta la migración y el tráfico de personas, la pastoral migrante exhortó a las autoridades a garantizar la seguridad de las personas en movilidad, bajo estricto apego a la ley para proteger, promover y respetar los derechos humanos.
También solicitaron que el combate al tráfico de personas no se utilice como justificación para endurecer las prácticas de detención migratoria y las acciones implementadas por los tres órdenes de gobierno privilegien la seguridad.
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Además, establecieron la importancia de que las personas en tránsito puedan acceder a otros derechos, como a la no devolución, el reconocimiento de la condición de refugiado y la protección del interés superior de niñas, niños y adolescentes, así como reparación del daño y a la regularización de su estancia por su condición de víctimas de delito.
Insistieron en que se debe evitar criminalizar, estigmatizar y revictimizar a las personas que resultan aseguradas o rescatadas. Por lo que el llamado fue a pugnar por una sociedad tlaxcalteca cada vez menos excluyente, más solidaria y hospitalaria.