Construir un México “desde abajo” donde participen indígenas y campesinos, fue la convocatoria que hizo en su visita a Tlaxcala, María de Jesús Patricio Martínez, aspirante indígena independiente a una candidatura para contender por la presidencia de México para el proceso electoral federal de este año.
En la Plaza Xicohténcatl, acompañada por integrantes del Consejo Nacional Indígena y de su estructura en Tlaxcala, insistió que para que los partidos políticos no continúen decidiendo “desde arriba”, la gente debe voltear a la problemática nacional para que de diferentes formas abonen a las propuestas y al proceso de mejoría.
“Tengamos o no (la candidatura), ya iniciamos, vamos a luchar por todos, tiene que ir creciendo porque hay mucha necesidad y nos toca implementar nuevas formas de organizarnos desde abajo, porque los partidos van a continuar y seguir decidieron arriba”, puntualizó en entrevista con reporteros.
Marichuy, como la conocen, defendió la lucha que comparte con los pueblos indígenas, con el objetivo de contar con una nación mejor.
Luego, reprobó el despojo que sufren los pueblos indígenas en sus recursos naturales y propiedades como la tierra para imponer megaproyectos de gobierno que dejan contaminación y destrucción.
Criticó que las precampañas utilicen exceso de recursos cuando hay necesidades en las poblaciones, al tiempo que aclaró que el dinero que utiliza para recorrer los estados son donaciones.
Aseguró que si no consigue la candidatura presidencial por parte del INE no se sumará a ningún candidato.
En cuanto a la seguridad de su equipo de campaña, Patricio Martínez comentó que las propias comunidades le brindan protección, además de que el gobierno sabe los recorridos que hace y “hemos visto que es lo mismo el gobierno que el crimen organizado, es lo que dicen las comunidades”.
Por otra parte, desconoció el número de apoyos que Tlaxcala le ha otorgado para abonar a sus aspiraciones, pero remarcó “cada firma es una conciencia más que está de acuerdo en nuestra propuesta, la gente ya está cansada de lo que pasa en México”.
Al inicio de su llegada a Tlaxcala, Marichuy ofreció una ofrenda en el monumento a Xicohténcatl, en la plaza del mismo nombre en la capital, como símbolo de lucha.
Ahí criticó a los gobiernos por diseñar formas de explotación, además de que cada seis años los políticos se acercan a pedir el voto y no regresan a los lugares.
La gira por Tlaxcala contempló dos reuniones, una en la capital y la otra en Apizaco.