La atención a los pacientes afectados por Covid-19 fortaleció mi vocación y mi profesionalismo de ayudar a la recuperación de la salud de la gente, aseveró María Magdalena Cocoletzi Grande, quien se desempeña como enfermera de la Clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.
A propósito de este seis de enero que en México se celebra el Día de la Enfermera, con la pandemia, este personal de salud es la primera línea de batalla para dar los servicios médicos.
Magdalena, quien tiene 27 años de servicio en el IMSS en Tlaxcala, compartió que estuvo los primeros cuatro meses de la pandemia en el estado, atendiendo a pacientes diagnosticados con Covid-19, lo que le hizo cambiar totalmente su forma de trabajo, al emplear nuevas técnicas de atención, portar un uniforme, que debe ser colocado con instrucciones precisas y recibir capacitación.
Mi vocación de enfermera sigue en pie. Nunca me voy a arrepentir de ser enfermera. Covid-19 es una enfermedad que nos tomó sin saber qué iba a pasar. Es bastante triste por la cantidad de personas que han fallecido. No imaginamos lo que sucedería, pero el personal médico recargó pilas para ayudar, subrayó.
En entrevista con El Sol de Tlaxcala, admitió sentirse afectada por ver morir a varios compañeros por el nuevo Coronavirus, al tiempo que reconoció el trabajo de las enfermeras que en este momento trabajan en el área especial para la atención a los pacientes hospitalizados por la pandemia.
Hay muchos sentimientos encontrados. Vi morir compañeros, me tocó estar con compañeras que estuvieron conmigo y fallecieron. Ya sé lo que se siente, es angustioso. Siempre dije que estudiar enfermería es para salvar la vida de una persona y nos encontramos con una enfermedad que nos pone en aprietos, compartió entre lágrimas y voz cortada.
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