Para los vecinos de Villalta, comunidad perteneciente al municipio de Atlangatepec, el inicio del año ha traído consigo un crudo invierno con temperaturas bajas que les calan hasta los huesos, comentan.

Separada 11 kilómetros de la cabecera municipal, esta comunidad está ubicada en la parte alta de la región, donde el clima frío es recurrente y para ellos el invierno inicia desde octubre y no el 21 de diciembre como marca el calendario.

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El calor de sus hogares, bebidas y alimentos calientes, así como ropa abrigadora, son los mejores aliados para mitigar los efectos de las bajas temperaturas, aunque insuficientes, narra la señora Cristina Hernández Ortega.

Desde hace años desistieron de utilizar anafres al interior de sus viviendas para generar calor, debido a los efectos nocivos que esto ha traído a su salud como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y accidentes que le costaron la vida a algunos habitantes.

BAJAS TEMPERATURAS INCESANTES

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Pareciera que el tiempo no pasa en Villalta, Atlangatepec. Pocas son las horas que las bajas temperaturas dan tregua, pues en promedio a las cuatro de la madrugada es cuando el frío es más intenso, hasta las 10:00 horas, donde las zonas sombreadas conservan el aguanieve.

Con el transcurso del día la temperatura se eleva un poco, aunque no supera los 20 grados centígrados, y a las 16:00 horas nuevamente la sensación térmica puede llegar a ser congelante.

Lo peor para los habitantes de Villalta está por venir, pues enero puede llegar a ser congelante, pese a que en las recientes semanas han registrado temperaturas de menos tres grados centígrados.

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Por lo tanto, en otras comunidades han alcanzado temperaturas más frías, debido a que en diciembre el municipio de Atlangatepec registró -por dos días seguidos- las temperaturas más bajas de la entidad, alcanzando los seis grados centígrados bajo cero, según reportes de la Conagua.

EL FRÍO NO CONGELA SUS ACTIVIDADES

En las angostas calles de la comunidad de escasos 600 habitantes que componen 83 familias, es recurrente encontrar a grupos de personas con gorros, chales, capas, chamarras y uno que otro con guantes, para poder hacer sus actividades.

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Ahí, al menos el 60 % de la población se dedica a la producción del pulque, a la venta de leche de vaca y la elaboración de quesos artesanales, principal sustento de su economía, por eso no pueden dejar de trabajar.

En una comunidad de acceso limitado, en la que el transporte público solo pasa cuatro veces al día, la economía se focaliza principalmente en la comercialización de sus productos entre los mismos habitantes.

En su mayoría productores de pulque, los vecinos solo acuden a comunidades aledañas para vender su producto, pero la buena calidad del mismo ha dado como resultado que muchos los busquen hasta sus hogares para “hacerles el gasto”.

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Además, en las viviendas son apreciadas las aves de traspatio que son criadas por mujeres, en su mayoría amas de casa, quienes aportan a la economía de sus hogares con el bordado de servilletas o armado de flor.

También se dedican a la crianza de conejos o borregos, utilizados para el consumo familiar y en menor medida para la venta, lo que convierte a la región en autosuficiente para su manutención y alimentación, resultado de la lejanía que mantienen con las zonas comerciales.

SEMBRANDO VIDA, UN PROYECTO SUSTENTABLE

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Al ser una comunidad rural y muy alejada de la cabecera municipal han tenido que crear las condiciones para poder subsistir, es por eso que se sumaron al Programa Sembrando Vida, para generar recursos suficientes y subsistir.

Alberto Hernández, beneficiario de este programa, comenta que actualmente 21 productores están dedicados a la producción de plantas forestales y frutales, así como plántulas de maguey, con la intención de contar con los recursos naturales suficientes para su manutención.

En la región, como sucedió en otros municipios y en el Parque Nacional Malinche (principalmente) la plaga del gusano descortezador afectó la zona boscosa, provocando un porcentaje importante de deforestación.

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Asimismo, la sobreexplotación del maguey debido a la alta producción de pulque (35 mil litros al mes, en promedio), causó que los pobladores pusieran manos a la obra para convertir sus actividades en sustentables con la producción de plantas.

Por eso, actualmente cada productor está comprometido a contar con al menos dos mil plantas para contribuir a la reforestación de la región y en un futuro con la venta de plantas.

Pobladores de Villalta reciben apoyo de asociaciones ciudadanas, quienes les donan despensas y ropa abrigadora durante la temporada invernal

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• Villalta está conformada por un promedio de 600 habitantes, la mayoría subsiste de la elaboración de pulque y queso artesanal.

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