Las manos del chiautempense Felipe Ávila Vázquez hacen “maravillas” con la restauración de Niños Dios, pues en sus siete años de trabajo ha tenido que darle nueva vida a las imágenes que llegaron en pedazos, además de rellenar huecos, formar “dedos” y eliminar fisuras.
Aunque la temporada alta fue en diciembre, previo a la celebración de Navidad, en los últimos días de enero todavía tiene trabajo porque muchas personas acuden a restaurar a sus Niños para que queden impecables y puedan “estrenar” ropa para la celebración del Día de la Candelaria.
El joven restaurador tiene su establecimiento en el parque Hidalgo de Chiautempan, junto a los comerciantes de temporada, donde destaca por ser el único originario del municipio, pues los otros que ejercen la misma profesión son provenientes de Amozoc, Puebla.
En su carpa agrupa a unos 40 Niños Dios que necesitan de su trabajo, algunos más graves que otros, pero en espera de eliminar los daños que sufrieron debido a caídas, principalmente. También se pueden apreciar ángeles, vírgenes, santos, reyes magos y hasta animalitos del nacimiento, de ahí que del total de su trabajo, 90% son Niños Dios.
Su labor inicia a partir de las ocho de la mañana y hasta las 23:00 horas para cumplir con la entrega de los trabajos, de ahí que es común verlo con un escalpelo eliminando los sobrantes en cada pieza.
Decenas de recipientes con pinturas de colores, en la que prevalece el tono carne, lucen en su mesa de trabajo, todas empleadas para igualar los tonos de las diversas imágenes que tiene.
Mencionó que lo más complicado es reparar los rostros y armar las imágenes.
Me han llegado clientes que llegan casi llorando y con un gesto de angustia para que les repare a su niño que me traen destrozado porque se les cayó y juntaron los pedazos, en este caso les recomiendo que es más barato comprar uno nuevo, pero el valor sentimental es mayor y prefieren pagar y esperar, que sustituirlo
, señaló. Recordó que desempeña dicha profesión por necesidad, debido a que tienen un negocio familiar de comercialización de imágenes religiosas y al no contar con una persona que corrigiera los detalles, se involucró en esta labor.
Comencé de forma rústica pero tomé cursos frecuentemente para desempeñar un buen trabajo; la materia prima que empleo es agua y el yeso tipo cerámico, además de laca para darle color a las imágenes, los colores primarios que uso son: amarillo, rojo, negro, blanco y azul
, comentó.
VARIEDADES
En su trayectoria ha reparado imágenes de cerámica, madera, resina y yeso, que es lo más común, los costos van desde 40 hasta los 350 pesos, monto que va determinado de acuerdo con el trabajo.
Su labor inicia a partir de las ocho de la mañana y hasta las 23:00 horas
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