San Felipe Cuauhtenco se unió al duelo de la familia del primer capitán de la camada Zorros, Gustavo Rolando Cuamatzi Rosales, víctima mortal de la explosión en un polvorín ocurrida el viernes pasado en el municipio de Contla de Juan Cuamatzi.
Este jueves por la tarde, ante una multitud que lo acompañó a su última morada, fue sepultado y sus restos descansan en el panteón de la comunidad.
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Antes, la misa de cuerpo presente se celebró en el templo de San Felipe de Jesús a las 15:00 horas, a donde llegó el féretro color blanco cargado por familiares, amigos y vecinos.
Ahí, oraron por su eterno descanso: “Alma cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre Todopoderoso, que te creó, en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que murió por ti, en el nombre del Espíritu Santo, que sobre ti descendió. Entra en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios
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Al finalizar la ceremonia de exequias, el cortejo fúnebre salió del recinto religioso para que su cuerpo pasará por última vez por una pista de carnaval.
Y es que la calle Principal, frente al templo, fue decorada con las mismas lonas que se utilizaron durante la edición 51 del pasado concurso de carnaval, para despedir al capitán de la camada Zorros Cuauhtenco.
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Personal del gobierno municipal, a nombre del alcalde Eddy Roldán, se solidarizaron con los deudos, mientras se desplegó una lona con la frase: “tu tenacidad, entrega y pasión por mantener viva la camada, te convierte en capitán por siempre de Zorros Cuauhtenco… la capital del carnaval te acompaña hoy, para que tú nos acompañes siempre
Después, el cortejo siguió hasta el panteón de la comunidad, aproximadamente a un kilómetro de la iglesia.
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SU CUERPO LLEGÓ EL MIÉRCOLES
Fue este miércoles 8 de marzo cuando el cuerpo de Gustavo Ronaldo arribó procedente de la Ciudad de México a su lugar de origen, en medio de una caravana de gente que salió a recibirlo con música de banda y de carnaval.
Al llegar a su hogar, las muestras de solidaridad se desbordaron con su familia, que pidió un momento de privacidad para estar con su ser querido, que murió cuatro días después de la explosión en un polvorín ubicado en la comunidad de Santa María Aquiáhuac, tras acudir como cliente a recoger un “torito”, que iba a ser utilizado en el remate de carnaval.
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A partir del suceso y después de las lesiones de gravedad que sufrió Gustavo Rolando fue llevado a un hospital de alta especialidad en la capital del país, donde murió el martes pasado alrededor de las 11:00 horas, a la edad de 28 años, cumplidos el pasado cuatro de febrero.
EL DATO
La comunidad de San Felipe Cuauhtenco se paralizó este jueves por la tarde para acompañar a Gustavo Rolando hasta su última morada, durante su cortejo fúnebre, las demás calles lucieron desiertas.