El problema del gusano descortezador y la contaminación del río Zahuapan representan omisiones al derecho humano al ambiente sano para el desarrollo y bienestar de los pueblos, aseveró Emilio Muñoz Berruecos, coordinador de Programas de Derechos Humanos y Género del Centro Fray Julián Garcés.
En entrevista, dijo que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce en su artículo cuarto, párrafo quinto, el derecho humano a una vida libre de contaminación, para el desarrollo integral de los seres humanos.
Agregó que la Carta Magna lo prevé, porque posee una doble dimensión, ya que la prerrogativa protege el ambiente como un bien jurídico fundamental y expresa el papel indiscutible que éste tiene en la realización de un plan de vida digno.
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