Es lenta la liberación de recursos públicos por parte de la Secretaría de Medio Ambiente (SMA) para el saneamiento de los bosques afectados por el gusano descortezador, denunciaron brigadistas que este 30 de junio cumplieron un mes de trabajo en campo.
De acuerdo con los trabajadores temporales, la ejecución de los recursos es abismalmente contraria comparada con la proporcionada el año pasado por el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria, el cual les dotó de herramientas, combustibles y les pagó los servicios de sanidad en tiempo y forma.
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Los quejosos informaron que la operación de brigadas forestales inició el pasado primero de junio y la promesa de trabajo es de cinco meses, es decir, hasta octubre, pero podría extenderse si los recursos alcanzan.
Las cuadrillas precisaron que las condiciones laborales que les ofreció la SMA son menores a las que recibieron el año pasado, pero las aceptaron porque les interesa rescatar el macizo forestal y es mejor trabajar con salarios bajos que recibir nada.
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Agregaron que no les han entregado todos los materiales que necesitan como: químicos para la fumigación, ganchos, palas y lo más importante la falta de suministro de gasolina, por eso se han trasladado con sus propias unidades.
Resaltaron que sin combustible no pueden utilizar las motosierras, por lo que se apoyan de las empresas de aserraderos, ellos derriban y trozan los troncos, mientras las brigadas atentas realizan el saneamiento de cada ejemplar.
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Por otro lado, puntualizaron que la SMA les debe el pago de las dos quincenas trabajadas, pero les prometieron que este fin de mes les liquidarían, por eso han esperado y esperan que en verdad les liberen los pagos para que continúen trabajando.
Llamaron a las autoridades ambientales a sumar esfuerzos, toda vez que la plaga del gusano descortezador sigue extendiendo su perímetro y la lentitud por métodos burocráticos, representa la pérdida de un día vital para cada pino.
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Por último, refirieron que la leña que generan una vez que se derriba queda a disposición de los poseedores de predios forestales, quienes en ocasiones la comercializan a particulares o a aserraderos, pero con licencia de la Comisión Nacional Forestal.
- Los brigadistas carecen de pagos, gasolina, químicos para la fumigación y herramientas como ganchos y palas.
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