Los ciudadanos deben dar vida y servicio para los demás, recomendó el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, en la eucaristía que celebró en la Basílica de Ocotlán, tras la última procesión que realizó la Virgen por las calles de la comunidad.
Ayer, en la celebración religiosa, que fue a petición de los Caballeros de la Virgen de Ocotlán por sus 100 años de fundación, el jerarca pidió continuar con la misión de la madre de Jesús para ayudar a la gente.
Ante cientos de católicos que escucharon la homilía, en el atrio del inmueble religioso, Salcedo Aquino, destacó que María es la estrella de la nueva evangelización, pues brinda respaldo para entender los procesos de evangelización, por eso mayo es considerado su mes.
“Los primeros frutos de la evangelización fueron los Niños Mártires, los misioneros vienen a anunciar el evangelio y al poco tiempo hay frutos, siempre que tenemos esta bajada de la Virgen, y María regresa a su altar, nos deja una misión, de ser también eucarísticos, que sepamos dar a Jesús”, expuso.
Abundó que la Virgen de Ocotlán bajó durante el mes de mayo para estar más cerca de sus seguidores, pues se preocupa por el pueblo y su salud.
Recordó que María realizó la primera procesión eucarística cuando visitó a su prima Isabel, según la biblia.
Más adelante, compartió que en su recorrido por las parroquias de Tlaxcala encuentra hospitalidad de la gente y generosidad al ofrecer alimentos en las fiestas patronales.
Recordó que hace un año, en la fiesta de Corpus Christi, el Papa Francisco lo designó obispo y fue meses después cuando asumió el cargo.
- REITERAN CABALLEROS DE LA VIRGEN SU DEVOCIÓN
Por su parte, los Caballeros de la Virgen de Ocotlán reiteraron su devoción a la Patrona de Tlaxcala y su disposición para cuidarla.
Recordaron que el grupo surgió en defensa del cuidado de María, sus bienes y su santuario.
Dijeron que la primera sociedad que fundó el sacerdote Agustín Rojas Molina se denominó Sociedad de Jóvenes y con el paso del tiempo cambió a Sociedad de Caballeros de Nuestra Señora de Ocotlán.
“La misión de un caballero será siempre el de proteger, cuidar, adorar y venerar a nuestra madre santísima, sus bienes y todo lo que tiene”, finalizaron.
Fue en la noche, que la Virgen de Ocotlán regresó a su altar.
Los primeros frutos de la evangelización fueron los Niños Mártires, los misioneros vienen a anunciar el evangelio y al poco tiempo hay frutos, siempre que tenemos esta bajada de la Virgen, y María regresa a su altar, nos deja una misión, de ser también eucarísticos, que sepamos dar a Jesús
Julio César Salcedo / Obispo de Tlaxcala