El nuevo coronavirus que llegó a México en febrero ha dejado a miles de familias tlaxcaltecas incompletas y una economía lacerada. Fue el 25 de marzo cuando la Secretaría de Salud (Sesa) notificó el primer caso de contagio de la Covid-19, una mujer que, tres semanas antes, viajó a Nueva York, Estados Unidos de América.
Empero, el ocho de abril, el gobernador de la entidad, Marco Antonio Mena Rodríguez, confirmó el primer deceso en la entidad, un hombre de 52 años quien, además, estaba enfermo de diabetes.
En su cuenta de Twitter escribió: “Lamento mucho informar el primer fallecimiento por #COVID19mx. Mis condolencias y solidaridad para la familia y amig@s del paciente. Un hombre de 52 años que padecía diabetes. El @GobTlaxcala se hará cargo de los gastos funerarios. #TómateEnSerio #QuédateEnCasa”. A partir de entonces, la mayoría de los tlaxcaltecas comenzó a tomar conciencia sobre los resultados de la contingencia epidemiológica e hizo hasta cinco cuarentenas.
ECONOMÍA PARALIZADA
Y como nunca, la economía se paralizó; se perdieron miles de empleos, la gente no tenía para comer y los programas asistenciales del gobierno fueron insuficientes.
A tiempo, El Sol de Tlaxcala ha informado, de acuerdo a datos oficiales, del número de contagios, recuperados y decesos a causa del SARS-CoV-2. Y cuando un personaje público fallece a causa de esta enfermedad, las redes sociales se viralizan; publican mensajes de solidaridad y condolencias, pero también de sátira.
También, existen casos de gente incrédula ante la enfermedad y sin mínimas protecciones y sana distancia, organiza, con la anuencia de la religión, fiestas de 15 años, bodas, bautizos y hasta bailes populares.
Antes de concluir el primer semestre del año, los servicios médicos y hospitalarios estaban saturados; se habían agotado las rentas de tanques de oxígeno y había medicamentos contra gripes y tos. El vick vaporub, ácido ascórbico, oxímetros, termómetros y cubrebocas triplicaron su precio.
Y pasó lo mismo con los servicios funerarios y de cremación, el último eslabón del coronavirus. La Sesa reguló los precios de los servicios. Una cremación tiene un costo de 11 mil 200 pesos y sepultarlo en un cementerio privado asciende a 25 mil.
Los crematorios han alcanzado una demanda como nunca antes visto en la historia de Tlaxcala, eso sí no se les permitió contaminar el ambiente.
Y pasaron de dos servicios a la semana a 10 en tan solo un día, incluso, la maquila en la incineración de cuerpos contaminados de otras entidades era una constante.
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