Los primeros días el horario de verano desajustaron el “reloj biológico” de cada persona, provocando afectaciones en el sueño y estado de ánimo, manifestaron los tlaxcaltecas.
Después de que en 1996 las autoridades federales pusieron en marcha el horario de verano en México, este domingo cuatro de abril del año en curso, la gente tuvo que adelantar su reloj, que permanecerá así hasta octubre.
En medio de la pandemia por Covid-19 que daña al país, las familias en la entidad coincidieron que la principal ventaja del horario de verano es la luz del día en las tardes, pues pueden realizar actividades en casa.
En los testimonios que dieron a este Diario, señalaron que pese al confinamiento podrán disfrutar de más luz para salir a caminar, hacer ejercicio, incluso extender la jornada laboral para quienes tienen comercios.
Pero criticaron nuevamente que no se ven ahorros económicos por el horario de verano, al contrario, el pago de luz es el mismo, incluso hasta más, porque con el confinamiento hay mayor uso de la energía para las clases a distancia y el homeoffice.
Opinaron que ven desequilibrios personales con la modificación del horario, al alterar sus actividades, forma de alimentación y hasta relacionarse con las personas.
“Está bien porque hay más luz en la tarde, pero es un descontrol personal, es cada año tener que adaptarse. No creo que lo quiten las autoridades”, consideró Enrique N.
“Voy a modificar la hora de cierre de la tortillería para tener más clientes, es un negocio familiar y ayudará a tener un pequeño ingreso más”, expresó Judith N., dueña de una tortillería de máquina.
El Fideicomiso para el Ahorro de Energía refirió que cada año existen ahorros en consumo, demanda, recursos económicos, sumado a que en materia ambiental se evita la emisión de toneladas de bióxido de carbono.
1996, año en el que se implementó el horario de verano en México, mediante el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 4 de enero
MÁS NOTAS