- Surgió de un encabezado que hizo el Diario El Sol de Tlaxcala, en una nota publicada el 25 de agosto de 1968
La elaboración de tapetes y alfombras de aserrín para la procesión de la Virgen de la Caridad en Huamantla fue bautizada como “La Noche que Nadie Duerme” por El Sol de Tlaxcala, diario estatal perteneciente a la Organización Editorial Mexicana.
Esa tradicional fiesta religiosa es conocida así desde hace 50 años, cuando el entonces director de El Sol de Tlaxcala, Alfonso Neri Castañeira, coloco esa frase en el balazo de la nota periodística “Una Ofrenda Espiritual que es Alarde Único de Artesanía” publicada el 25 de agosto de 1968.
“Naturalmente que la noche del 14 de agosto en Huamantla, Tlax., nadie duerme. Todos participan en la fiesta y si residen en algunas de las calles que se alfombran, además de trabajar intensamente estarán en franca competencia con los vecinos de las otras 16 arterias que miden casi doscientos metros cada una”, dice la nota publicada.
Y continúa: “El gran celo hasta unas horas antes de la procesión. La novedad es parte de lo atractivo a un para quienes han sido espectadores en años anteriores; y quienes seguramente lo serán también el año siguiente, pues la noche del 14 de agosto y la madrugada del día 15, en Huamantla es un espectáculo humano tan emotivo como inolvidable y hay que presenciar para sentir como todo un pueblo manifiesta su religiosidad en la ofrenda de su artesanía”.
En esa nota, este Diario da cuenta que la colorida alfombra es de tres kilómetros de largo y dos a cinco metros de ancho y especifica que está hecha de flores, aserrín y polvos de colores para dar forma a cubos, grecas, flores y signos religiosos.
Detalla que el recorrido es de 17 calles y que inicia los primeros minutos del 15 de agosto y culmina alrededor de las 08:00 horas.
“Es una ofrenda anual que espiritualmente los colma de satisfacciones y aunque la labor hay sido abrumadora no esperan y el aplauso ni el elogio público, pues su obra, a veces concluida minutos antes del paso de la procesión, queda totalmente borrada al paso de ésta”, dice el texto.
También informa que “aparte del tapete que los vecinos colocan alumbrado especial, instalan arcos, fabrican lámparas ex profeso para locación, ponen macetones, adornos de plástico y de papel, figuras de ángeles, etc., y terminada la obra nadie la pisa, es tierra prohibida, hasta el paso de la procesión que integran miles de personas y en la cual ellos se sumarán entonando cánticos, portando lirios, llevando estandartes y sintiendo sobre todo una fe plena, una entrega sin condiciones a su inclinación espiritual heredada a través de los siglos”.
Actualmente la fiesta eclesiástica comienza a la una de mañana del día 15 de agosto para recorrer 32 calles tapizadas a lo largo de siete kilómetros de alfombras en donde los pobladores hacen gala de su tradición con el arte ornamental, trabajos que inician una noche antes, el 14 de ese mes.
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