La falta de interés de los jóvenes por el campo, así como la mala administración de los apoyos gubernamentales hacia este sector, son dos de los factores que causan la baja producción del campo tlaxcalteca, advirtieron labriegos de distintas partes de la entidad.
En un sondeo realizado por este Diario se pudo constatar que la mayoría de los campesinos que aún trabajan la tierra cuentan con un mínimo de 70 años de edad, lo que representa un riesgo, ya que los jóvenes no encuentran en el campo un empleo bien remunerado y, mucho menos, la manera de llevar una vida decorosa, por lo que todo el peso recae en los mayores.
Federico Vázquez
Campesino
“De cada 100 viejos solo hay un joven en el campo”
Juan Nicéforo Rodríguez Morales, campesino de 75 años, aseguró que cosechas como el maíz ya no son rentables, además de que “no hay gente que quiera trabajar el campo. Los jóvenes se preparan con la ilusión de tener otra forma de vida, pero los espacios no los hay, entonces el campo está abandonado”.
Además, señaló que los recursos de los programas se liberan sin ponerles atención, por lo que habría que vigilar para qué se destina ese apoyo, ya que como para algunos no es rentable, reciben el apoyo y le dan otro destino, “y eso es parte culpa de las dependencias por no estar al pendiente”.
Por otro lado, Federico Vázquez Manzano, de 72 años, mencionó que “todos los jóvenes ya no entran al campo y se van a la fábrica o buscan otro trabajo, pero nosotros ya como personas grandes no tenemos otra cosa qué hacer y tenemos que trabajar aquí, ya que creo que si se trabaja bien sí redituaría”.
Sin embargo, ambos reconocieron que algunos campesinos ya no levantaron su cosecha porque el precio del maíz es bajo y, en tiempos de cosecha, su precio es aún menor, “ya que lo que el campesino busca es ganar más de la que va a cosechar, y si se pone uno a buscar a personas que lo ayuden a trabajar pues hay que pagar y no reditúa”.
Ambos campesinos coincidieron en que si el gobierno apoyara más y de manera correcta se podría salvar al campo al apostarle “al que trabaja más e incentivarlo más para que produzca, pero a quienes trabajan menos, hay que apoyarlos menos”.