Despiden fieles al sacerdote emérito Rubén García Badillo

Entre oraciones, alabanzas, aplausos y lágrimas, decenas de personas lo acompañaron hasta su última morada, en Yauhquemehcan

Karla MUÑETÓN

  · sábado 16 de marzo de 2019

La muerte del sacerdote emérito Rubén García Badillo provocó dolor y tristeza entre los fieles que lo conocieron y participaron con él de la Eucaristía.

Esta mañana, decenas de católicos, entre familiares, amigos, conocidos y feligreses, se dieron cita en la parroquia parroquia de San Dionisio, en el municipio de Yauhquemehcan, para ser partícipes de su adiós antes de ser sepultado.

En una abarrotada iglesia los fieles, oriundos de varios puntos de la entidad, se congregaron para ser testigos de la misa de cuerpo presente del presbítero que falleció a los 86 años de edad el pasado 14 de marzo como consecuencia de la enfermedad respiratoria que padecía.

La ceremonia religiosa fue encabezada por el Vicario General de la Diócesis de Tlaxcala, Jorge Iván Gómez Gómez, quien oró por el descanso eterno del sacerdote y pidió a Dios abrirle las puertas de su mansión.

Ahí, destacó la obra del sacerdote emérito Rubén García Badillo y lo calificó como una persona que siempre estuvo al servicio de los fieles que le fueron encomendados.

Al término de la misa, el clérigo de poco más de 50 años al servicio de la Diócesis de Tlaxcala y que destacó porque en los años 60's participó junto con el extinto Obispo Luis Munive y Escobar para proyectar y consolidar la construcción del Seminario de Tlaxcala, fue despedido con aplausos de todos los asistentes, gritos de "Gloria a Dios", alabanzas y lágrimas.

A su féretro que fue colocado frente al altar de la parroquia de San Dionisio se acercaron los católicos para despedirse, y después salió de la iglesia con dirección al panteón de su natal Guadalupe Calapa, también en Yauhquemehcan, que se convirtió en su última morada.

En el cortejo fúnebre participaron fieles a pie y en automóvil, quienes avanzaron por la principal avenida de ese municipio para acompañar al sacerdote.

Dentro de sus encomiendas como sacerdote, Rubén García Badillo estuvo adscrito a diversas parroquias, entre ellas la propia Catedral de Tlaxcala, Basílica de Ocotlán y las iglesias de Tepeyanco, Santa Cruz Tlaxcala, La Loma Xicohténcatl, Santa María Acuitlapilco y recientemente en San Dieguito, de la capital.

Asimismo, de unos 20 años a la fecha fue asignado como Asesor de Renovación Carismática del Espíritu Santo, encomienda que impulsaba a recorrer toda la Diócesis.

Rubén García Badillo fue ordenado sacerdote en 1966 y era uno de los clérigos más longevos de la entidad tlaxcalteca.

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