En tres años, la acuacultura (cultivo de carpa, trucha, mojarra y charal) en Tlaxcala detonará y los productores tendrán carne fresca porque el temporal de lluvias ha sido benéfico pues bordos, embalses y jagüeyes están casi llenos, indicó Rafael de la Peña Bernal, titular de la Secretaría de Impulso Agropecuario (SIA).
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Ya que el cambio climático disminuyó la actividad de la acuacultura, pues en dos años se presentó sequía, afirmó que ha girado instrucciones a la Unidad de Pesca para que sean atendidos los acuicultores.
Destacó que en el Centro Acuícola de Atlangatepec (CAA) disponen de crías de carpa y tilapia para que sean sembradas en los más de 600 embalses que hay en Tlaxcala en los que el gobierno estatal invirtió más de 160 millones de pesos.
Explicó que en el CCA disponen de 12 estanques donde biólogos pesqueros reproducen alevines de carpa herbívora y espejo (Cyprinus carpio) y tilapia o mojarra, (Oreochromis niloticus) y charal (Cristoma) para su entrega a los productores que demuestren que tienen jagüeyes listos para que sean sembrados.
Aclaró que está dirigido a familias vulnerables de la zona rural quienes, a través de una solicitud al CCA, describen el número de alevines y se les entrega bajo un subsidio que otorga la SIA.
Rafael de la Peña aclaró a los pescadores que los jagüeyes que disponen de una geomembrana de plástico deberán sembrar tilapias, pues en el ciclo verano-otoño incrementa la temperatura, lo que favorece la engorda de esta especie de pescado.
No obstante, expresó que en los embalses naturales el cultivo de acocil, charal y carpa se adapta porque las aguas son más frías y recalcó que la entrega de estas crías de peces se hará en los sistemas municipales para el Desarrollo Integral de la Familia y en la Secretaría del Bienestar del gobierno estatal. “El objetivo es que para la Semana Santa del próximo año se superen las 100 toneladas de carne de pescado para el consumo local”, resaltó.
El agua es la vida de todo y para los recursos pesqueros no es la excepción, vamos a consolidar el proyecto que consiste en producir carne de calidad que garantice una utilidad a las familias que se dedican a estos cultivos de temporal y que en los últimos 24 meses ha sido adverso”, expresó.
Dijo que Tlaxcala no se compara con entidades como Sinaloa o Veracruz que producen y venden a grandes escales carne de pescado de agua dulce, salobre y marina, pues la producción anual apenas alcanza para el autoconsumo de las familias tlaxcaltecas. “Buscaremos, a través de la Secretaría de Turismo, canales de difusión para que los pescadores vendan el producto a un precio justo por el trabajo que dedican diariamente y desde muy temprano”.
Destacó que el objetivo es que las familias tengan como primera opción la producción de carne de carpa, charal, trucha y mojarras en Tlaxcala, de hecho, aclaró que en el embalse de Atlangatepec y otros cuerpos de agua situados en territorio estatal, la pesca no se ha detenido, lo que ha permitido el sustento de decenas de familias.
TLAXCALA PRODUCE 64 TONELADAS AL AÑO: SIAP
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura en Tlaxcala, reportó que en 2023, año reportado con sequía atípica, fueron cosechadas 64 toneladas de carne de pescado de agua dulce, de éstas 40 correspondieron a carpa.
La instancia encargada de generar estadística e información geográfica en materia alimentaria, aclaró que 16 toneladas correspondieron a tilapia o mojarra, siete de charal, una de trucha y 0.1 de peces de ornato.
SUBSISTE DE 240 PESOS AL DÍA UN PESCADOR
Juan Sánchez acrecentó una pasión por la pesca, oficio que heredó de su padre pero que, al parecer, no dejará a sus hijos, pues han optado por estudiar y trabajar en las fábricas del Corredor Industrial Xicohténcatl de Tlaxco.
La sobreexplotación pesquera, la degradación ambiental y el cambio climático, tienen aturdido a unos 50 pescadores de Atlangatepec, quienes se enfrentan a una crisis por la disminución de las especies comerciales de las que dependen para subsistir. La escasez de recursos pesqueros es notoria en el embalse que acusa apenas un 47 % de las mil 90 hectáreas de espejo de agua.
Juan reconoce que la vida de un pescador es complicada porque le dedica todas las mañanas de martes a domingo y la ganancia no es mucha. Él es el timonel de la canoa pesquera para ingresar a ese profundo embalse que nunca está exenta del peligro en las aguas profundas.
Por la madrugada, cuando comienza a helar, comienza la jornada de este pescador que utiliza redes agalleras para capturar carpas. Con botas de hule y bien abrigado ingresa a la presa para revisar las redes que con antesala colocó aguas adentro, luego, sus manos hacen contacto con el agua fría que a esa hora alcanza los cinco grados Celsius.
Extrae las carpas atrapadas en las redes y, luego que vuelve a colocar las redes, regresa a la cooperativa. Una vez en tierra, espera a los clientes que buscan las carpas los fines de semana. Este hombre con la piel quemada, sabe trabajar sobre la canoa con la fuerza del viento; en esta actividad siempre se aprende algo diferente porque arriesga el físico.
La vida del pescador es difícil porque ya no deja como antes -su incursión en el oficio de pescador se remonta a la década de los noventa. “Las carpas se quedan en el agua, si es que no se venden ahora, mañana” y explica que desde hace cinco años el precio del kilogramo de la carpa es de 60 pesos. “Somos ocho en esta cooperativa, el acuerdo es que como van saliendo de la presa, empiezan las ventas, solo alcanzamos para un día, la mía fue de 240 pesos, cuando hay suerte te compran 10 kilos, eso es levantarse con el pie derecho”, refiere.
Destaca que es necesario volver a sembrar crías de carpa, porque en la primavera no hubo en Michoacán -de donde las adquieren- por la sequía que permeó. “Ojalá que la nueva presidenta municipal de Atlangatepec nos apoye, las embarcaciones ya tienen mucho uso y las redes están rotas”, expresa.
EL APUNTE
En el Centro Acuícola de Atlangatepec disponen de crías de carpa y tilapia para que sean sembradas en los más de 600 embalses que hay en Tlaxcala en los que el gobierno estatal invirtió más de 160 millones de pesos.
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