Renuevos de pino, encino, maguey, roedores y reptiles que habitaban en los ranchos San Joaquín y San Pedro de La Soledad, municipio de Ixtacuixtla, fueron devorados por un incendio.
En el control de la conflagración que se alcanzó a observar desde varios kilómetros del municipio, participaron voluntarios, policías municipales, estatales, bomberos y personal de la Comisión Nacional Forestal.
Omar Máximo, uno de los bomberos, estimó que ambas quemazones dejaron unas 130 hectáreas de bosque siniestradas, "la lumbre fue controlada después de tres horas, hasta que nos solicitaron el apoyo".
Dijo que la fuerza del viento avivó las llamas lo que hizo difícil su control, dejando daños al bosque que tardarán varios años para restablecerse.
Estimó que fueron unas 40 personas las que participaron en esta primera conflagración en lo que va de la temporada de estiaje, con daños significativos.
Alrededor de las 17:30 horas, las cuadrillas tuvieron control del incendio e impidieron que alcanzaran las viviendas de los ranchos.
SE SALVÓ MI MAÍZ: DON TEODORO
Don Teodoro García observaba a su alrededor para explicar a este Diario las dimensiones de la quemazón registrada esta tarde en La Soledad.
Montado sobre su burro al que llama El Pinto, dijo que alguien hizo la maldad de incendiar los dos ranchos.
“En pleno crecimiento estaban los renuevos que sembraron, pero ahora todo está hecho carbón en San Joaquín y San Pedro”, expresó.
Originario de La Caridad Cuaxonacayo, comentó que “vi la humareda en los bosques de La Soledad y pensé que mi maíz se había quemado, pero corrí con suerte”.
Don Teodoro García removió la tierra y eso permitió que su cosecha se salvara del fuego, pero no así para otros campesinos que vieron perdidos sus riquezas forestales y granos de trigo.
Don Teodoro, su burro ‘El Pinto’ y su perro ‘El Negro’, regresaron a La Caridad entre el bosque lleno de ceniza.
“Ojalá y den con los responsables de este incendio, hasta los encinos grandes salieron afectados”, concluyó.
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