La visita del Obispo en las comunidades de Tlaxcala es un momento de alegría, entusiasmo y hasta de fiesta para algunos católicos, de ahí que destinan recursos para llenar de flores el templo, anunciar su llegada con cohetes y contratar música para amenizar el momento, esto para brindar una buena impresión.
Estos signos, considerados como ofrendas en esta religión, son efímeros, pues se disfrutan por poco tiempo, además de que el dinero destinado no tiene mayor trascendencia. Por esto, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, impulsó desde hace cuatro años la iniciativa de cambiar esas ofrendas por obras de misericordia y caridad para ayudar a los más necesitados.
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Dichas obras, las cuales no son por imposición u obligación, consisten en que las mayordomías, fiscalías o grupos religiosos destinen recursos económicos para apoyar a los enfermos, adultos mayores, personas con discapacidad o con alguna adicción, entre otros sectores, de ahí que ha solicitado adquirir despensas, cobijas, sillas de ruedas, bastones o andaderas, entre otros aparatos funcionales.
La iniciativa ha sido implementada en las visitas pastorales del obispo, se ha mantenido en los últimos años y los feligreses han entendido el mensaje, de ahí que ven con buenos ojos las acciones para ayudar al prójimo.
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¿QUÉ ES UNA VISITA PASTORAL?
Hace poco más de cuatro años, Julio César Salcedo Aquino fue asignado como obispo de la Diócesis de Tlaxcala, quien ha fortalecido las visitas pastorales en las parroquias.
Una visita pastoral es el acercamiento y convivencia del obispo con las personas religiosas y feligreses, pero también con grupos vulnerables, como enfermos, colegios, adultos mayores o personas que enfrentan algún problema, como las adicciones, principalmente por drogas.
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Esta acción fue interrumpida en 2020 debido a que el Consejo Estatal de Salud prohibió las aglomeraciones para disminuir la propagación de Covid-19, pero en 2021 fueron reanudadas de manera más pausada y hasta el momento van 19 parroquias visitadas.
La estancia del obispo va de tres a cinco días, lo cual dependerá de la extensión parroquial, es decir, entre más grande el territorio, mayor será la duración de la visita.
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No obstante, esta actividad no fue implementada por el actual obispo y para nada es nueva, pues data del Concilio Vaticano II, que es una reunión importante desarrollada de 1962 a 1965 para tener una Iglesia más cercana a la comunidad y la población, dijo el seminarista Ismael Díaz Vásquez.
Posteriormente, el Papa Juan Pablo XXIII habló sobre una Iglesia de puertas y ventanas abiertas con la gente, que no estuviera encerrada y saliera para tener esa cercanía, recordó.
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A más de 50 años del Concilio Vaticano II ha sido complicado impulsar esta doctrina, pero el Papa Francisco impuso el año de la misericordia, línea que es seguida por monseñor Julio César Salcedo Aquino para canalizar esas obras a las personas que más lo necesitan o pasan situaciones difíciles, pero esto no significa que el obispo se atribuya la acción, pues precisa que la comunidad es la que comparte con la familia, aseveró.
Incluso, los coordinadores se organizan para llevar a las personas enfermas para llevarlas a las celebraciones eucarísticas y acercarlas con el obispo.
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Además, cuando los feligreses entregan obsequios durante las celebraciones eucarísticas, como fruta, despensa o comida, son entregados en la Casa del Migrante o al grupo Vicentinas, en Apizaco.
La primera vez que se implementó la obra de misericordia fue en la parroquia de Santiago Cuaula, en Calpulalpan, donde el gesto fue bien visto por los pobladores.
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- 19 parroquias ha visitado el Obispo de Tlaxcala desde 2021 a la actualidad, en las que ha impulsado las obras de caridad.
Según el derecho canónico, un obispo debe realizar sus visitas pastorales a todas las parroquias de su Diócesis al menos cada cinco años, en Tlaxcala la visita dura entre tres y cuatro días.
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