El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, llamó a la sociedad tlaxcalteca a ser protagonistas en la construcción de la paz y la justicia en la entidad, principalmente a aquellos que están al servicio del pueblo.
Al encabezar la tradicional Bajada de la Virgen de Ocotlán, que data desde hace 360 años, el jerarca de la Iglesia católica manifestó que en el recorrido a lo largo de calles y plazas son escuchadas las intenciones de la ciudadanía, por eso pidió a la feligresía convertirse en el instrumento de construcción de la paz.
Entre vítores, aplausos, rezos, flores, globos y tapetes de aserrín multicolor, Nuestra Señora de Ocotlán visitó 15 sedes durante su recorrido por la capital tlaxcalteca, camino que fue encabezado por el jerarca del catolicismo en el estado, quien externó que este acto es parte del anhelo de fortalecer el compromiso por el bien común.
Para la grey católica el tercer lunes del mes de mayo se vuelve en una fiesta, debido a que la patrona de la Diócesis de Tlaxcala y de la provincia eclesiástica que comprende las Diócesis de Puebla, Tehuacán, Huajuapan de León y Tlaxcala, visita la capital tlaxcalteca.
En un caminar por calles, avenidas y plazas que partió en la oscuridad de los primeros minutos del 20 de mayo y que con el paso de las horas apreció la claridad del alba y en un regreso bajo un sol intenso a su basílica, camino en el que Nuestra Señora de Ocotlán visita los lugares donde se teje la vida de cada día.
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Por ello, el Obispo planteó la importancia de que en Tlaxcala cada persona desde su ámbito de competencia se convierta en artesanos de paz, al considerar que este es un valor frágil que florece como una flor entre las hierbas de la violencia.
Recalcó que como tlaxcaltecas tenemos riquezas humanas y culturales para construir la paz, como son el aprecio por el valor de la familia, la hospitalidad, el bien común, la solidaridad las fiestas cívicas y religiosas, el sentido de comunidad, la sensibilidad por el arte, entre otras.
Desde el exterior del Palacio Municipal de Tlaxcala subrayó: somos un pueblo dispuesto a construir la paz, dispuesto a trabajar por el bien común, a fortalecer la propia identidad desde nuestros valores culturales, conscientes de las desigualdades, así como el discernimiento de los caminos que construyen la paz
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Añadió que si la política se lleva a cabo con respecto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, se convierte en una forma inminente de contribuir al bienestar social.
CONVOCA SALCEDO AQUINO A ELECCIONES EN PAZ
Elecciones en paz y con irrestricto respeto para elegir la opción de preferencia de cada ciudadano pidió el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, al iniciar la Bajada de la Virgen de Ocotlán, durante los primeros minutos de este tercer lunes de mayo por las principales calles de la ciudad capital.
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El jerarca de la grey católica tlaxcalteca refirió la importancia de que el pueblo acuda a las urnas a ejercer su derecho al voto, eligiendo la opción de su preferencia, según sus propias convicciones e ideología política.
Ante cientos de feligreses reunidos en la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, el líder religioso refirió que la Virgen María es reina de la paz y por ello elevó oraciones para que “nos alcance el don de la paz en nuestras familias, comunidades y en todo nuestro país”.
“Ella recibe todas nuestras intenciones a lo largo de su recorrido luminoso y las colocará entre el hueco de sus manos para llevarlas a su hijo Jesús… que nuestra señora de Ocotlán y su esposo San José, quienes experimentaron dolor, persecución y desconcierto al salvar a su hijo Jesús ante la amenaza de la muerte, reciba nuestras súplicas, confiada por la paz en nuestro país y exclamemos: madre nuestra, esposa de San José, señora de Ocotlán, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos”.
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Alrededor de las 00:20 horas comenzó la monumental procesión de la Virgen María, en su advocación de Ocotlán, para llevarla a cuestas en hombros por 15 puntos previamente establecidos, entre los que este año destaca la Parroquia de San José, tras seis años y medio de permanecer cerrada por los trabajos de restauración ante los daños causados en el sismo de septiembre de 2017.
Al ingresar con los primeros rayos del Sol al remodelado templo de San José, minutos antes de las 06:00 horas, cientos de feligreses corearon alabanzas y cánticos que mostraron el regocijo por mantener viva la fe en la Virgen María y San José, padre de Jesús de Nazareth.
La inmaculada imagen visitó la iglesia Catedral, donde el Obispo dio un mensaje a las autoridades civiles y posteriormente siguió su camino hasta volver alrededor de las 13:00 horas a su templo, sitio en el que el jerarca católico encabezará una multitudinaria misa en el atrio de la Basílica de Ocotlán.
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VIRGEN MARÍA MADRE DE LA IGLESIA UNIVERSAL
Durante la Bajada de la Virgen María en su advocación de Ocotlán, Salcedo Aquino resaltó que la Iglesia celebra desde 2018 la memoria de María como madre de la Iglesia, fecha instituida por el Papa Francisco.
No obstante, que el Papa San Pablo VI al concluir la tercera sesión del concilio en 1964 la declaró madre de todo el pueblo cristiano.
El Obispo planteó que la maternidad de María es un don del espíritu Santo, que estuvo presente desde su concepción hasta el día de la anunciación.
Por eso, destacó que, con su visita a la capital, los tlaxcaltecas estamos llamados a construir la paz en la justicia, la fraternidad y la solidaridad, pues la Virgen María es signo de protección, con brazos abiertos para abrazar, corregir y orar.
- La Virgen de Ocotlán recorrió 15 sedes religiosas en un trayecto de más de 13 horas.
*Con información de Moisés Morales