Hojas de cuadernos, libros en desuso, revistas, periódicos y todo tipo de papel reciclado es convertido en vistosas máscaras de carnaval que no le piden nada a las talladas en madera, incluso resultan ser más resistentes y accesibles.
A simple vista no hay diferencia entre una y otra debido a que la pintura, barnices y acabados son los mismos que emplean los artesanos talladores de madera, además el peso es prácticamente igual.
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Ante la llegada de la temporada de fiestas carnestolendas en la entidad, esta es una opción que ofrece Ricardo Molina Sarmiento, artesano escultor de San Esteban Tizatlán, municipio de Tlaxcala, quien desde hace unos 10 años elabora las piezas con papel, pero aún son poco conocidas y hasta llegan a causar desconfianza entre los compradores.
Acompañado de dos jóvenes, una mujer y un varón, el artesano dedica unas 12 horas al día para darle forma al papel para la elaboración de las máscaras y cubrir sus pedidos a tiempo, pese a que la celebración han sido postergada por el Consejo Estatal de Salud, los danzantes mantienen la esperanza de que este año sí se realizará la fiesta e hicieron sus encargos.
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Explicó que la técnica que ofrece con papel la implementó para reducir costos y brindar un trabajo de calidad, metas que ha alcanzado con esfuerzo y tenacidad para salir de los cánones.
Por lo tanto, son diversas las ventajas que ofrecen estas máscaras respecto al costo, estética y peso, pero destacó la resistencia, pues las fibras del papel van empalmadas y eso hace que aguanten más.
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Para dar tal declaración, el artesano compartió que han realizado diversas pruebas para comprobar esa firmeza, una fue lanzar la pieza a una distancia de cuatro metros y resisten el impacto, solo sufrió algunas despostilladas, pero esta prueba no la soportaría una máscara de madera. Además, las capas son pegadas con pegamento o con cola de conejo (pegamento natural) que la vuelve más consistente.
Respecto a la humedad, incluido el sudor de los danzantes, dijo que cuentan con una protección de entelado que crea una cápsula para aislar los líquidos, mientras que el acabado de poliuretano brinda resistencia.
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Dijo que al parecer es el único en la entidad que hace estas piezas, aunque ha brindado cursos y cuenta con alumnos que las pueden realizar.
Todas las máscaras que he hecho se han vendido, gustan mucho por el costo, pues se reduce hasta en un 50 % y cumple con las expectativas de calidad, además no hay diferencia con las de madera.
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PROCESO DE ELABORACIÓN
Ricardo Molina tiene dos procesos para elaborar las máscaras de carnaval con papel, uno es por empalme y con pegamento blanco 850, con engrudo o con cola de conejo, este último es una solución acuosa de cola, junto con conservantes que impiden el ataque de microorganismos (hongos, bacterias y otros gérmenes).
La otra forma es con papel molido para formar una capa de la fibra obtenida que va reforzando con la mezcla de aglutinante.
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Después viene el moldeado a discreción para elaborar los detalles que solicita el cliente, como los guiños, expresiones, rasgos faciales, la barba o cualquier aspecto que se les ocurra, pues el material es moldeable y se logra un resultado maravilloso.
No obstante, precisó que el tiempo es más largo debido a que se debe dejar secar el papel para poder hacer el entelado con lino o tusor. A partir de este momento realizan la policromía que implica pintar y utilizan el tono blanco de España con cola de conejo. Para los detalles finales pueden usar laca, acrílico, óleo o hasta estofado.
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El artesano tiene más de 40 años de experiencia y su taller se ubica en la calle Artesanías de la comunidad de Tizatlán, en el municipio de Tlaxcala, el teléfono de contacto es 246 111 63 84 y en Facebook se encuentra como Ricardo Molina o Artes Danna.
- 20 DÍAS toma terminar una máscara de carnaval hecha con papel.
- 500 GRAMOS a 600 es el peso aproximado de las máscaras de este tipo.
El artesano Ricardo Molina tiene un amplio rango laboral, además de las máscaras de carnaval en papel y madera, realiza bastones de mando, esculturas y arte sacro, entre otros.
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