Las sustancias contaminantes industriales halladas en el río Zahuapan tienen una especial repercusión en embarazadas, y las afecciones son directamente en el desarrollo de sus hijos ocasionado por el efecto genotóxico, explicó Alejandra Méndez Serrano, directora del Centro Fray Julián Garcés.
Durante el foro “Los retos para garantizar el derecho humano al agua y su saneamiento en Tlaxcala”, recordó que en 2017 la Cuenca del Alto Atoyac fue identificada formalmente por el gobierno federal como una de las 50 regiones de emergencia sanitaria ambiental en el país, al ser un sitio en el que convergen varios procesos contaminantes y emisiones al aire, y que además ocasiona afectaciones a la vida y salud de todos los pobladores.
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Ante decenas de personas, entre pobladores, académicos, investigadores y defensores de derechos humanos, contó que la contaminación de esa cuenca es el resultado de las dinámicas de industrialización y urbanización sin control que se mantienen y que hasta son fomentadas por el gobierno estatal.
Al participar con la ponencia “Situación actual del agua en la Cuenca del Alto Atoyac y sus efectos en la población”, mencionó que investigaciones científicas hechas desde 2003 han evidenciado en cuerpos tributarios de los ríos Atoyac y Zahuapan la presencia de por lo menos 102 compuestos de sustancias contaminantes industriales.
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“Por un lado tenemos compuestos cómo xilenos que están directamente relacionados con problemas neurológicos y respiratorios y que ocasionan bajo peso al nacer; hemos detectado también tolueno, relacionado con problemas neurológicos, oculares, renales y respiratorios; el benceno con leucemia; compuestos de nitratos solubles en agua con problemas hematológicos y en el desarrollo”, enlistó.
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Y agregó el ácido nítrico que provoca dificultades respiratorios y que metales como el Plomo, Bario, Cromo, Manganeso, Zinc y Níquel han sido vinculados con insuficiencia renal, cáncer, problemas neurológicos y reproductivos.
Añadió que con base en varios estudios hechos a la población de distintas comunidades cercanas al río contaminado, detectaron en ellos daño genotóxico y la predisposición a desarrollar cáncer debido a la exposición a dioxinas y furanos, así como potencial genotóxico y carcinógeno, y mujeres embarazadas son el foco de mayor vulnerabilidad.