El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, invitó a la población católica a responder con empatía ante las necesidades del prójimo, con palabras de aliento o con caridad, pues en tiempos de pandemia toda buena acción cobra relevancia.
En la tradicional homilía celebrada desde la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, aseveró que la virgen María es el ejemplo mas grande de la Iglesia y de ella habla cierta parte del texto del Evangelio, donde brinda pistas para entender el mensaje.
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Se nos invita a percibir las necesidades que hay en torno nuestro, desde nuestras familias, desde la sociedad, desde nuestras comunidades, debemos saber percibir y descubrir esas necesidades para actuar y no quedarnos pasivos, puntualizó.
El máximo jerarca de la grey católica en la entidad insistió en que debe existir sensibilidad para ofrecer palabra, presencia, cercanía y actitud de servicio, para aliviar las tristezas, el dolor y aflicciones de los demás.
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El mensaje de Salcedo Aquino fue brindado nuevamente en un contexto cargado de esperanzas, de expectativas, de historia y anhelos por parte de la sociedad que espera que este año sea mejor que el anterior, en cuestiones de salud.
El relato narrado en la homilía de este domingo evoca a la fiesta de matrimonio en Caná, el cual podría ser equiparado en un tiempo donde se efectuaban congregaciones masivas y ahora están prohibidas por la pandemia. Sin embargo, el significado de la lectura resultó denso y circunscripto en contextos particulares, cotidianos, que evocaron a las vivencias más simples de la gente y la invita a participar en las necesidades de los demás.
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¿Qué significa el milagro de convertir el agua en vino?
El milagro de Jesús convirtiendo el agua en vino en las bodas de Caná, se registró en el evangelio de San Juan. El vino se acabó durante una ceremonia de boda, que habría sido considerado una vergüenza pública. Jesús dijo a los sirvientes que llenen las tinajas de agua para luego convertirla en vino.
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