En Tlaxcala, el sector salud detectó 332 casos de desnutrición en los diversos grupos de población, derivado de una mala alimentación en el desayuno, comida y cena, originando deficiencia de vitaminas D y B12, hierro, retrasos en el desarrollo físico y padecimientos.
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Al respecto, la Secretaría de Salud (SSa) señaló que en desnutrición leve diagnosticaron 241 casos; en la moderada, 45; mientras que en la severa fueron 46 casos. En suma, Tlaxcala reportó 332 personas con problemas de desnutrición, detectadas de enero a agosto de este año.
Explicó que en la desnutrición leve hay un peso normal en un niño o adulto, pero bajo para su talla o estatura. En la moderada están bajos de peso, pero con una altura adecuada. En la desnutrición grave hay 40 % menos en peso y talla. La emaciación es la pérdida intensa de masa muscular y reducción extrema de grasa subcutánea, hay escasez de alimentos y presencia de enfermedades.
Los especialistas definen la desnutrición como una enfermedad relacionada con la mala alimentación, es por una ingesta insuficiente, también por el consumo de alimentos sin aporte nutricional, lo que ocasiona que el cuerpo no absorba los nutrientes necesarios para mantener un organismo sano.
Los cuadros de desnutrición pueden afectar a personas de todas las edades, las consecuencias más graves son para los niños al representar la causa principal de mortalidad infantil. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia reveló que la desnutrición crónica en México afecta a uno de cada ocho niños y niñas en la primera infancia debido a la falta de dietas saludables, suficientes, variadas y nutritivas.
LAS RECOMENDACIONES
La SSa pidió a las familias esforzarse por mejorar su alimentación, balancearla de acuerdo con el Plato del Bien Comer, evitar grasas y azúcares que no aportan nutrientes, privilegiar el consumo de agua. En el caso de los menores de edad, tomar leche, cereales, lácteos, carnes, huevos, frutas y verduras; recomienda que la niñez en la primera infancia realice actividades físicas, de 30 a 60 minutos diarios, dormir lo suficiente, de 12 a 16 horas hasta los primeros 12 meses y de 10 a 14 horas hasta los 5 años.
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Refirió que en el caso de los adolescentes y jóvenes con problemas de autoestima, quedan atrapados en la publicidad que destaca estereotipos de vida basados en la imagen corporal, que pueden conducirlos a situaciones obsesivas compulsivas y provocarles trastornos de conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia.
Abundó que este grupo de la población tiene que consumir una dieta balanceada de cereales, lácteos, carnes, huevos, frutas y verduras; tomar abundante agua, por lo menos 1.5 litros de agua sin saborizantes; no deben consumir en exceso alimentos altamente procesados. El etiquetado actual permite a mamás y papás conocer las porciones que pueden consumir.
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LA IMPORTANCIA DE ESTAR SANOS
De esta manera, la SSa insistió que los niños sanos aprenden mejor. La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y hambre y de desarrollar al máximo su potencial.
En caso contrario, la malnutrición, en cualquiera de sus formas, tanto la desnutrición como la alimentación excesiva y el sobrepeso, conlleva riesgos para la salud como carencia de vitaminas y minerales.
Por lo anterior, la SSa aseguró que en Tlaxcala y en el país el sector salud tiene el compromiso de garantizar el acceso a servicios de salud y nutrición; así como asegurar la calidad de la atención para la prevención y manejo de la mala nutrición; proteger, promover y apoyar la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y hasta los dos años de edad.
Agregó que el aumento de la obesidad y el sobrepeso es otro tipo de mal nutrición que ha aumentado y provoca diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas con el régimen alimentario, e incluso podrían provocar la muerte.
Las recomendaciones: Alimentación balanceada, evitar grasas y azúcares que no aportan nutrientes, privilegiar el consumo de agua y en el caso de los menores de edad, consumir cereales, lácteos, carnes, huevos, frutas y verduras