El Centro Fray Julián Garcés sostuvo que los derechos humanos al agua y al saneamiento fueron reconocidos desde el año 2010 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero en Tlaxcala se violentan sistemáticamente.
A través de un comunicado, externó su preocupación e indignación ante la constante falta de atención real a la contaminación del río Atoyac y sus impactos en la población, a pesar de que el 28 de julio de 2010, la Asamblea General de la ONU reconoció ambos derechos.
Sin embargo esta prerrogativa en Tlaxcala es evidentemente vulnerada, pues la cuenca Atoyac-Zahuapan vive una crisis ambiental y de salud ocasionada por más de 50 años de industrialización y urbanización indiscriminadas, aseveró.
La asociación civil aseguró que el entorno y los ríos dejaron de ser aptos para una vida ambiental plena y han ocasionado una crisis de salud que ha afectado a todas las comunidades.
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Sostuvo que la región donde se ubica la entidad, es una de las peores a nivel nacional en mortalidad por cáncer, insuficiencia renal, malformaciones congénitas y abortos espontáneos.
Se ha causado un gran impacto en la salud de nuestros niños quienes, de acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, crecen a una menor talla y presentan daño genotóxico por habitar en una de las regiones más contaminadas del país, soltó.
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Por ello, invitaron a crear conciencia de la crisis mundial que vive la entidad y pedirán a la nueva administración que atienda de manera integral el problema que ha generado muerte y otros daños irreparables a la salud.
- Los derechos humanos al agua y al saneamiento fueron reconocidos en 2010 por la Organización de las Naciones Unidas.
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