Que un vehículo sea remolcado por una empresa concesionaria de grúas es toda una odisea en Tlaxcala para los conductores que sufren un accidente o una falla mecánica de su automóvil.
El trámite con estas empresas y las autoridades de los tres niveles de gobierno resulta ser un “calvario” para las mismas víctimas, pero además es elevada -económicamente hablando- la multa para poder liberar los vehículos de un corralón.
De hecho, en algunos casos y cuando la tarifa es excesiva para las personas que vivieron un percance vial, prefieren abandonar sus automóviles en corralones al no poder asumir los gastos.
Y no es para menos, deben cumplir con una serie de requisitos como proporcionar copia de la factura, además de mostrar la original; documento de no multa de la Guardia Nacional o de la Policía estatal según sea el caso, copia del INE, de la Licencia de conducir y comprobar que la unidad automotora no es robada lo que significa un peregrinar largo de oficina en oficina, más la erogación de dinero.
Sin embargo, en la entidad existe otro problema que desde hace años ha quedado a la deriva, que es la regularización de las empresas concesionarias de grúas, pues algunas son “patito” por no contar con permisos federales y estatales.
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Personas que ya vivieron esta experiencia catalogan igual como “engorroso” este proceso, toda vez que la problemática no solo queda en una falla mecánica, choque o volcadura, sino que continúa con el reclamo de sus unidades.
Al respecto, René Arellano Cuapio cuenta que al sufrir un accidente, donde resultó con lesiones leves, no solo consideró los gastos médicos en un centro hospitalario, sino también el pago de grúas y aparte la reparación de su unidad.
Empero, afirma que fue el pago del arrastre de su unidad por una distancia corta, lo que afectó a su economía tras ser un gasto que no lo tenía contemplado, pero que fue obligado por las autoridades municipales.
Considera que los policías municipales, estatales y federales asumen como negocio la desgracia de otras personas, ya que, incluso, sacan su “mochada” al tener convenios con las empresas de grúas.
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Por ello, la mayoría de personas que experimentó una situación de esta magnitud se han sumado al reclamo de regularizar estas empresas en Tlaxcala y vigilar su correcto funcionamiento a quienes no cuentan con permisos.
Es una preocupación por el costo del arrastre, pero sobre todo porque se puede perder algo del carro, en el momento del accidente las grúas hasta te presionan para llevárselo y prácticamente te ves obligado a asumir gastos elevados, mencionó Arellano Cuapio.
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GRÚAS SE RIGEN BAJO REGLAMENTO
En contraparte, permisionarios de grúas en Tlaxcala aseguran que su operación está basada bajo el Reglamento de Autotransporte Federal y Servicios Auxiliares de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Aclaran que las tarifas se basan mediante un tabulador de precios que da la misma dependencia y prácticamente su arrastre o remolque es bajo indicación de una autoridad o si el cliente lo requiere.
No obstante, indican que el problema de las grúas “patito” no solo ha complicado su trabajo, sino que al tener precios bajos, catalogan de careros a los que tienen en forma ciertos requerimientos para trabajar en tramos locales y federales. También refieren que su trabajo es mediante convenios con el gobierno y municipios, el cual también es respaldado por el mismo Reglamento.
- 10 empresas de grúas con permisos existen en el estado.
- 10 corralones hay en la entidad, al ser un requisito.
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