Latigazos reales y los fuertes discursos durante el recorrido del Viacrucis por calles principales del centro histórico de Tlaxcala robaron la atención de decenas de locales y visitantes.
Detrás de la procesión que encabezó la Virgen de Ocotlán y una imagen de Jesús de Nazareth con la cruz a cuestas avanzaron los actores que forman parte del grupo Cristo de El Calvario, originarios de El Alto, Chiautempan, quienes desde hace cuatro años son los encargados de representar en la Capital la Pasión y Muerte de Cristo.
En las inmediaciones de la Plaza de la Constitución los cerca de 50 actores, entre los discípulos, los soldados romanos, la Virgen María, María Magdalena, Verónica y, desde luego, Jesús de Nazareth, representaron los eventos evangélicos que son recordados este Viernes Santo, cuando Jesús fue dirigido hacia el cerro de El Calvario y ahí murió crucificado.
Germán Montiel Pérez, en su papel de El Nazareno, cargó una cruz de madera de aproximadamente 150 kilogramos durante un recorrido por calles céntricas de la Capital, y coronado con espinas ofrendó al Señor los latigazos que recibió al caminar por más de dos horas.
"Avanza Nazareno", "Demuestra que eres el rey de los judíos", "Vamos, Nazareno, carga con tu reino", "Vamos, verdugo, haz caminar a este hombre" y "Camina más rápido, hijo de Dios", fueron algunas frases que gritaron quienes interpretaron a los soldados romanos.
Al actor de Jesús de Nazareth lo seguían quienes, al interpretar a los ladrones Dimas y Gestas, también cargaron con dos troncos de madera que tenían un peso aproximado de 45 kilogramos.
Delante de ellos iba la procesión católica a la que se sumaron decenas de fieles católicos y que, en la representación de la Primera Caída, en el cruce de la calle Allende con Miguel Hidalgo y Costilla, el llamado de las autoridades eclesiásticas a los presentes fue a encontrarse y reunirse con el prójimo, a escuchar principalmente con el corazón y tener la capacidad y el don se discernir, algo tan necesario en estos tiempos.
El grupo continuó con su recorrido hasta llegar a la Plaza de la Constitución y frente al ayuntamiento de Tlaxcala hizo una nueva parada, en la Segunda Caída, donde los sacerdotes convocaron a los tlaxcaltecas a ser misericordiosos, principalmente en un mensaje dirigido a los jóvenes quienes, dijo, en su mayoría se han convertido en seres indiferentes a las cosas del Señor, sin aspiraciones de vivir o de prepararse para trabajar por un México diferente, entre otras cosas, libre de violencia y de maldad.
Ahí, recriminaron que las redes sociales han creado un nuevo modelo de vida que termina con la comunicación entre padres e hijos y, por eso, en esta época es necesario encontrar los criterios necesarios para llevar a bien esas redes sociales y que no sean un instrumento negativo para el desarrollo de los seres queridos.
La Tercera Caída ocurrió frente a la Parroquia de San José, donde los presbíteros destacaron el impacto negativo del neoliberalismo, que fue definido como "la cultura de nuestro tiempo que nos está haciendo caer individual, familiar y socialmente... muchos no hemos sido conscientes de esa nueva forma de vivir que más que libertad es libertinaje".
Indicaron que las repercusiones del neoliberalismo tienen que ver con la contaminación al medio ambiente, alteraciones al cambio climático y la falta de empatía y amor por Jesús y su Iglesia, de ahí que conminaron a los presentes a copiar las virtudes de Jesús, a meditar su realidad humana y sus actitudes con las autoridades civiles y religiosas, niños, mujeres y enfermos de aquellos tiempos.