Con motivo de la Semana Santa, comerciantes de carpas de la comunidad de San José Atoyatenco en Nativitas, esperan un repunte en sus ventas pues la Cuaresma inició floja y vino poca gente de otros estados al pueblo.
En San José Atoyatenco, Nativitas, hace 30 años vendían carpa envuelta en mixiote y hoja para tamales dos días a la semana, pero la demanda en el mercado trascendió fronteras y ahora lo hacen a diario.
Inicialmente eran cuatro las familias de esa comunidad las que se dedicaban a ese negocio, pero ahora son 15, es decir, unos 150 pobladores, quienes han encontrado en esto la forma de vivir.
De hecho, los primeros comerciantes acondicionaron sus viviendas como pequeños restaurantes, pero también salían a vender a los tianguis y mercados de Puebla y Tlaxcala.
Ahora, existen restaurantes que abren todos los días exclusivamente para ofrecer carpa, charal y hueva tatemada.
COMENZARON HACE 43 AÑOS
Doña Rosalinda Bañuelos, desde hace 43 años, es pionera en este negocio.
Miguel Quiroz Corona y yo iniciamos este negocio, primero sacábamos las carpas del lago Atoyatenco, pero al secarse, fuimos hasta la pescadería la nueva Viga en la Ciudad de México,
recordó.
Expuso que al nacer sus cuatro hijos, aumentaron las necesidades en el hogar, pues vinieron los nietos. Las carpas ya se conocen dentro y fuera del estado, gracias a la difusión de los medios de comunicación como El Sol de Tlaxcala, incluso, mujeres de otros municipios copiaron nuestra gastronomía y también viven de esto,
enfatizó.
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