En el Museo Nacional de Historia, ubicado en la Ciudad de México, se encuentra el estandarte que Hernán Cortés usó desde su llegada al Nuevo Mundo, considerado una joya singular para la historia de nuestro país. Sin embargo, hasta hace 127 años, aquella reliquia estaba resguardada en Tlaxcala, pues fue a esta tierra a la que Cortés decidió donarla. A continuación, la historia completa.
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LLEGADA DEL ESTANDARTE AL ESTADO DE TLAXCALA
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Hernán Cortés llegó por primera vez al territorio de Tlaxcala el uno de septiembre de 1519 acompañado de un estandarte con la imagen de la Virgen de los Remedios, el cual representó su compromiso con la corona española y la convicción evangelizadora con la que inició su ruta por México.
Ahora bien, la resistencia de los nahuas tlaxcaltecas frente a los extraños fue evidente desde su llegada. Uno de los acontecimientos más representativos de esta postura fue el del 5 de septiembre de 1519, cuando suscitó la batalla entre el ejército de Cortés y el ejército de Xicohtencatl Axayacatzin en el municipio de Tzompantepec.
Ese fue un enfrentamiento muy glorioso para Tlaxcala, ya que el conquistador no solo perdió la batalla, sino que también perdió su estandarte, el cual le fue arrebatado por Chichimecatecuhtli (un noble oriundo de Texcoco), narró el historiador Antonio Arellano a este Diario.
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Días después de aquel enfrentamiento, el senado tlaxcalteca tomó la decisión de pactar la paz y amistad con los ibéricos para vencer juntos al pueblo enemigo y, para el 23 de septiembre, tras las disculpas de Xicohtencatl Axayacatzin, le fue devuelto el estandarte a Cortés, en Tizatlán.
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De acuerdo con Antonio Arellano no se vuelve a tener registro del estandarte sino hasta la consumación de la conquista: “En 1521, Cortés le obsequió a Tlaxcala: el penacho que tomó de Tenochtitlán después de la Batalla de Otumba, el estandarte con la Virgen de los Remedios y a Acxotécatl –uno de los señores principales de la provincia tlaxcalteca- le regaló la imagen de la virgen conquistadora por haberlo curado después de la Noche Triste”, explicó.
Como pieza histórica, y una reliquia para la recién conformada fe católica en Tlaxcala, el estandarte de Cortés fue resguardado por los frailes del Convento de San Francisco hasta finales del siglo XIX.
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Donación del estandarte
Durante el gobierno de Porfirio Díaz se pretendió consolidar una historia patria del México independiente a través del Museo de Artillería. Para conformar su inventario, fueron solicitados los tesoros históricos de diversas partes del país. A nuestro estado se le pidió donar el estandarte de Cortés y en diciembre de 1896, siendo gobernador Próspero Cahuantzi, Tlaxcala entregó la reliquia, que actualmente se encuentra exhibida en el Museo Nacional de Historia.
UN FRAGMENTO PERDIDO EN APIZACO
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Próspero Cahuantzi entregó al gobierno federal el estandarte de Cortés, pero a aquella pieza le faltaba un trozo de tela.
Según Arellano Ordóñez, “el día 2 de junio de 1897, don Federico de la Gándara, entonces presidente de Barrón-Escandón Apizaco, en nombre de la colonia española de Apizaco, entregó un pedazo del estandarte de Cortés a Don Carlos de España”.
Don Carlos de España formó parte de una comitiva española que vino a México en ese año a recorrer la ruta de Cortés; en cambio, no se tiene el conocimiento exacto de por qué se entregó a ellos el vestigio.
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¿Cómo llegó el fragmento de tela a manos apizaquenses? Una hipótesis indica que el estandarte se pudo haber rasgado en algún trayecto de Tzompantepec a Apizaco. Otra opción, describió el historiador, pudo haber sido que el fragmento se hubiera quedado en terrenos de Tehuatzingo, donde alguien lo halló y conservó como un tesoro.
Para autentificar que el pedazo de tela perteneciera al estandarte, se realizaron estudios y, posterior a ello, se levantó un acta que a letra dice: “Pertenece este fragmento al estandarte que portaban las fuerzas de Hernán Cortés en la conquista de México, conservado en el convento de San Francisco de la ciudad de Tlaxcala por donación de aquel Caudillo y regalado recientemente al Gobierno Federal que le conserva en el Museo de Artillería de la Ciudad de México.”
Aquel fragmento fue cedido al Museo Naval de Madrid, en España.
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COMPOSICIÓN DEL ESTANDARTE
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En el Estandarte de Cortés se aprecia bordada la imagen de la Virgen de los Remedios, una advocación mariana venerada en múltiples ciudades alrededor del mundo y la primera imagen religiosa adorada en la Nueva España.
En esta obra, la Virgen coronada está rodeada por 12 estrellas y en el siglo XIX fue añadida la inscripción: “Este estandarte fue el que trajo Hernán Cortés en la conquista de México” que acompaña el retrato.
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PARA SABER MÁS
Actualmente, nuestro estado cuenta con un facsímil del estandarte, es decir, una copia exacta. La obra está pintada al óleo sobre tela con hojas de oro y posiblemente es del siglo XIX, pero no se tiene registro exacto del año ni del autor.
Puedes visitar esta pieza en la exposición permanente “Tlaxcala, tierra de encuentros”, en el segundo piso del Museo Regional de Tlaxcala, ubicado en la calzada de San Francisco, frente al campanario del exconvento. El costo de entrada es de 75 pesos y está abierto de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
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“Se trata de una pieza muy relevante porque es la que legitima, durante toda la época colonial y del virreinato, la participación de Tlaxcala en la conquista; es un tesoro, una pieza testimonial del momento”, concluyó el historiador Antonio Arellano.
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