La producción del amaranto es representativa en Tlaxcala, pero los estudiantes del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA) del Instituto Politécnico Nacional en Tlaxcala están innovando al transformar genéticamente la planta para mejorar el cultivo agrícola.
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En los laboratorios del CIBA-Tlaxcala cuentan con plantas que son estudiadas para conocer sus propiedades y secretos genéticos con el objetivo de lograr un futuro sostenible, el cual implicará recursos naturales que no dañen el ambiente.
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En las instalaciones ubicadas en la exhacienda San Juan Molino, en Tepetitla de Lardizábal, los estudiantes tienen plantas de amaranto y han descubierto diversas propiedades para desarrollar su labor.
Al respecto, Daniela Arrieta Flores, alumna de la Maestría en Biotecnología Aplicada en el CIBA-Tlaxcala, explicó que generan una amplia gama de investigaciones en diversas áreas de la Biotecnología.
Por lo tanto, en el área Agroalimentaria realizan estudios asociados a la adaptación de plantas ante el cambio climático y que impacten en una alimentación de calidad, de ahí que se interesaron por el amaranto debido a sus cualidades de plasticidad (capacidad de adaptarse y cambiar su fenotipo en respuesta a estímulos ambientales), el comportamiento ante el estrés y su alto valor nutrimental.
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Comentó que dichas características del amaranto evidenciaron importantes mecanismos moleculares que identificaron para extrapolarlas a otras plantas y poder conocer los mecanismos y cómo funciona cada molécula, de ahí que fue necesario la manipulación genética.
La estudiante añadió que el grupo de trabajo se estableció desarrollar plantas de 15 centímetros, actualmente cuentan con 12 posibles nuevas variedades homogéneas. Además, cuentan con la variedad Magali, la cual ya fue registrada y brinda la oportunidad de manipularla para la caracterización funcional que buscan.
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Respecto a la variedad Magali, explicó que cuenta con alta concentración de pigmentos, de ahí que abordan un análisis fisicoquímico, nutrimental y molecular. Además, es un importante modelo para la manipulación genética, aunque tienen avances de la transformación de amaranto, aun es baja la eficiencia de transformación.
Por el momento, indicó que llevan a cabo análisis de transformación genética, centrándose en potenciar la eficiencia del proceso, de ahí que realizan variación de los parámetros de inmersión floral, así como exploración de nuevas estrategias de transformación, como la inyección de óvulos.
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Estamos implementado metodologías que nos permiten identificar rápidamente plantas transformadas, esto a través de metodologías colorimétricas de selección y validadas por técnicas convencionales. Los resultados que se obtienen son la selección efectiva en plántulas de la variedad Magali, las cuales presentan mayor susceptibilidad a la selección en comparación con otras variedades.
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En cuanto a resultados, dijo que han obtenido un 2 % de eficiencia de transformación mediante el método de inmersión floral y hasta un 25 % de eficiencia de transformación a través de la inyección de óvulos, esta última técnica resulta muy prometedora.
Finalmente, aseveró que comprender la genética y respuesta al estrés del amaranto será posible aprovechar el cultivo para innovar y avanzar dentro de la ciencia agrícola y brindar un futuro sostenible para todos los implicados.
La estudiante añadió que el grupo de trabajo se estableció desarrollar plantas de 15 centímetros, actualmente cuentan con 12 posibles nuevas variedades homogéneas.