Desafortunadamente, la pandemia de Covid-19 evidenció la necesidad de que el sistema sanitario refuerce e invierta en el rubro de salud mental, pues hasta hace algunos años su atención estaba estigmatizada y no era prioridad, sentenció Cecilia López Pozos, docente investigadora de la licenciatura en psicología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) y coordinadora del área de salud mental de la Clínica de Bienestar Universitario.
En entrevista con relación a la conmemoración del Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología, que tuvo lugar en la ciudad de Córdoba del 11 al 13 de octubre de 1974, en Argentina, sostuvo que la emergencia sanitaria reivindicó el trabajo de los profesionales de esta ciencia.
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Ante este escenario, explicó que la psicología es una ciencia joven y en desarrollo en el contexto mexicano en relación con otras, pero se habla de aquella que aborda los procesos emocionales, cognoscitivos, conductuales y sociales en relación al componente consciente e inconsciente y utiliza un método científico.
Detalló que la disciplina propone favorecer la calidad de vida en el ser humano y está al servicio de la humanifdad, de ahí que implica un compromiso social que radica en ayudar a los individuos a que se enfrenten a las realidades y se adapten, sobretodo a nivel personal.
Lamentó que en México los gobiernos no destinen fondos o los que destinan son mínimos para su atención, pero actualmente la pandemia develó la importancia de invertir a nivel prevención y atención de este rubro.
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Y es que ahora, afirmó, es necesario darle la importancia que tiene, pues estudia las áreas del cerebro o procesos cognitivos de la percepción, atención y memoria, es decir, cómo se perciben estas situaciones en el contexto actual, pero también la respuesta de las emociones y las diferentes conductas que surgen como comportamiento de adaptación o rechazo.
Es gracias a que la pandemia abrió otras brechas devastadoras en salud mental que se generó una atención de emergencia, entonces estos efectos que tuvo la gente han sido de adaptación o aumento del estrés que ya traían, puntualizó.
Aunado a lo anterior, reveló que otros más agravaron una psicopatología clínica como es la depresión, ya que México, hasta antes de la pandemia, ocupaba uno de los lugares más altos en depresión, pero ahora se agravó con el contexto de encierro.
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Asimismo, indicó que el estrés pandemico es otro rubro, el cual golpeó más fuerte a las personas con bajos recursos y que viven en contextos altamente afectados por la delincuencia organizada o daños al medioambiente, así como a los ancianos, que no cuentan con recursos para atenderse y, finalmente, a los niños, que tienen conflicto con su propia familia.
EN EL PERSONAL DE SALUD
Por otro lado, destacó que existe un rasgo de afectación en el personal de salud, al cual lo afectó el miedo al contagio, el temor de infectar a sus familiares y esto, aunado a las decisiones que deben tomar, es decir, implicaciones éticas y falta de material de protección, son factor para desestabilizarlos.
La frustración de no desarrollar el trabajo en su espacio laboral, generó fatiga y cansancio extremo, abundó.
- En 22 años, la UATx egresó de la licenciatura en psicología a más especialistas que en cualquier otra disciplina en la facultad.
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