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Berenice N., alumna del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (Cbtis) número 211, ubicado en San Jorge Tezoquipan, municipio de Panotla, se manifestó para exigir alto al presunto acoso escolar de la que supuestamente ha sido víctima.
En punto de las 09:00 horas de este lunes, la joven acompañada de sus familiares, amigos, una agrupación feminista y observadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) se concentró frente al quiosco de Tezoquipan y marchó hacia el plantel educativo.
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Ahí, exigió el cese del director del plantel, Miguel R. y del profesor Edgar S., pues supuestamente ambos han emprendido una campaña en su contra, manipulando a los alumnos para que la agredan física y psicológicamente.
En entrevista, Berenice N., aseveró que la presunta campaña en su contra la iniciaron una vez que la comisión de padres de familia -de la que era miembro su mamá, Amelia Morales Torres- descubrieron y denunciaron presuntos desfalcos económicos en la institución.
Esa acción propició que recibieran amenazas de muerte y acoso en el negocio que tiene su mamá, hasta el grado de que debieron cerrarlo, lo cual golpeó severamente la economía familiar, pues los ingresos daban para comer y sufragar los gastos médicos de la enfermedad que padece Berenice N., raquitismo hipofosfatemico.
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La rara enfermedad que tendrá toda su vida, impide que “Bere”, como la conocen sus amigos, suba muy seguido escaleras y, a pesar de que le pusieron en conocimiento al director y maestros, le asignaron un salón en la planta alta; fue cambiada de aula hasta que intervino la CEDH.
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Todas esas acciones han dividido opiniones entre los directivos y alumnos, pues mientras algunos critican las marchas y manifestaciones de Berenice N., otros apoyan el movimiento, como el caso de sus compañeros de salón, quienes en días pasados marcharon en pro de la causa de la jovencita de 15 años, originaria y vecina de esa localidad.
Al llegar al plantel educativo, colocaron pancartas y lanzaron diversas consignas, con el propósito de que eliminen todo acto intimidatorio y den de baja del plantel a Miguel R. y Edgar S., así como al vigilante, quien presuntamente la ha perseguido a ella y su familia, en horarios no escolares.
