Decenas de transportistas de seis rutas de Contla se manifestaron frente a Palacio de Gobierno para exigir el cese o castigo ejemplar a Enrique Zecua, subdirector de la policía de Chiautempan, quien presuntamente les exige “moches” diarios, aplica excesivas infracciones y envía al corralón a unidades para concretar negocios con empresas privadas de grúas.
Rubén Muñoz Pluma, uno de los concesionarios inconformes, aseveró que derivado de la remoción de la Calle Morelos fue reubicada la ruta sin previo aviso, pero en la desviación algunos oficiales los infraccionaron por hacer circuito no autorizado.
Dijo que cuando intentaron reincorporarse, los policías pidieron a choferes que, para tal efecto, necesitaban que los representantes de las rutas se reunieran con el subdirector
El argumento del “moche” fue que la administración de Héctor Domínguez Rugerio lo ocuparía para reencarpetamiento de la cinta asfáltica, balizamiento, bacheo y luminarias, pero los operadores se negaron.
Por esa razón, señaló que les aplicaron “infracciones absurdas”, fueron objeto de presunto hostigamiento e ingresaron al corralón varias unidades “para que hicieran negocio con los empresarios, pues creemos que hay contubernio”.
Sin embargo, dijo que el concesionario que pagó los diez pesos diarios solicitados, le entregaron un “distintivo” que lo eximió del hostigamiento policial, e incluso le dieron libre tránsito por la Morelos.
“Creemos que pagar peaje es un abuso, pues hemos cumplido con los requisitos de ley para poder prestar el servicio público, por lo que solicitamos la intervención de la Secretaría de Gobernación (Segob), de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (Secte) o del propio ayuntamiento de Chiautempan”, soltó.
Bajo ese argumento, ayer los transportistas suspendieron el servicio de nueve a 12 del día y se trasladaron en caravana a la capital para protestar de manera pacífica, en donde mantuvieron cerrada la avenida Juárez por espacio de una hora, pero de forma intermitente.
Los transportistas ingresaron su pliego petitorio en la Segob y en la Secte, en donde la secretaria particular del titular de esta última dependencia les informó que se reunirán con las autoridades municipales y el mando policial de Santa Ana, para un “jalón de orejas”.
Nosotros seguiremos pendientes y ejerceremos presión para que esas malas prácticas sean castigadas y dejen de hostigarnos, nos dejen trabajar y el gobierno del estado tome cartas en el asunto
Rubén Muñoz / Transportista