En Tlaxcala sí hay violencia política por razón de género, aseguró la diputada federal Adriana Dávila Fernández durante su participación como ponente en el ciclo de conferencias denominado “Rumbo a una democracia sin violencia política en contra de las mujeres”, efectuado en el Patio Vitral del Congreso local.
Durante su ponencia “Vivencias”, la legisladora sostuvo que ella es testimonio de la violencia que sufre la mujer que desea destacar en política, pues a lo largo de su carrera la han señalado de no tener “pedigrí o abolengo” político, además de que fue discriminada porque su madre fue empleada doméstica.
Recordó sus participaciones en puestos de elección popular, en donde dijo que además de vivencias satisfactorias, también recogió agresiones verbales o señalamientos, producto de una mala campaña mediática en su contra.
Me tocó en Panotla, Ixtacuixtla y en varios municipios, que me dijeran que yo era madrota, prostituta y otras palabras despectivas, gracias a que un adversario político utilizó a alumnos de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, incluso un departamento completo, para difundir mensajes de esa naturaleza y que no solo afectó mi carrera sino a mi familia
La diputada federal por el Partido Acción Nacional agregó que otro tipo de violencia que vivió fue a través de medios de comunicación digital, que le colgaron el mote de “Lady Pluri”, por el hecho de lograr cargos por la vía de representación proporcional.
Admitió que en la política y en la sociedad misma falta sororidad entre mujeres, pues a pesar de las diferencias partidistas o ideológicas, deberían de apoyarse entre sí, pero lejos de ello se consideran adversarias naturales.
En Tlaxcala existe la discriminación por la condición de género, sin embargo, debo aclarar que esta lucha debe ser para que no igualemos a un hombre, pero sí para que se nos trate igual que a ellos, pues nosotras ya no debemos ser objetos decorativos en una elección
- SE DEBE LEGISLAR CON PERSPECTIVA DE GÉNERO: CORDERO
Por su lado, la magistrada Elsa Cordero Martínez subrayó que los congresistas deben legislar con perspectiva de género, pues es una tarea central en el camino hacia la igualdad sustantiva.
Agregó que esa herramienta les permitirá una transformación fundamental en la forma de concebir las normas y visibilizar las desigualdades entre hombres y mujeres, dentro de la vida política y social.
Destacó la necesidad de que la Legislatura local construya un proceso de cambio cultural para desmontar las desigualdades y la discriminación de género permanente y sistemática que aún persiste en las leyes, normas jurídicas y políticas públicas.
El lenguaje incluyente es un medio para promover relaciones de respeto e igualdad entre los géneros, visibilizar a las mujeres y prevenir la violencia y discriminación contra cualquier persona, pero debe ser incluyente y no sexista
Elsa Cordero / Magistrada