Hasta el año 2020 se concretará la apertura de la parroquia de San José, afirmó Eduardo Emilio Velázquez Gallegos, delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante la reunión que sostuvo con el párroco Marco Antonio Padilla Aguilar y la feligresía.
El delegado justificó que el templo requirió muchos años para construirlo y muchos más para decorarlo, por lo que restaurarlo en dos años es imposible pues “tenemos que ubicarnos en nuestra realidad”.
Aceptó que todavía no disponen del recurso necesario para su conclusión y dijo no tener el monto aproximado de cuánto han invertido, con el argumento de que serán las autoridades federales las encargadas de informarlo.
A la reunión efectuada en la capilla contigua a las oficinas de San José, asistieron los restauradores responsables, Ricardo Medina y Zaidé Sortibran, quienes explicaron los procedimientos técnicos que están empleando para la recuperación del arte sacro.
ACCESO RESTRINGIDO POR OBRAS
Zaidé Sortibran detalló que el acceso es restringido por los riesgos de desprendimiento de rocas de la cúpula, pero primordialmente porque quitaron varias obras de caballete, de gran formato y en próximos días desmontarán otras para su intervención.
“Bajamos la mayoría de retablos para poder trabajar en ellos y habilitamos un taller provisional, donde las obras están a nivel de piso, por eso es importante tener el control del acceso, porque es muy fácil tocarlas o con ello dañarlas”, argumentó.
Puntualizó que trabajan en cuestiones técnicas que aseguran la estabilidad física de la obra, “no vamos a abordar nada que tenga que ver con la cuestión estética, como desprendimiento de pintura o dedos rotos en las esculturas, pues así ya se encontraban antes del sismo del 19 de septiembre”.
Agregó que se ocupan en la parte interna de cada obra, “pero es el mínimo indispensable para que sobrevivan de la mejor forma nuestros bienes culturales y sirva como base para una futura intervención, si es que se logra concretar”.
Mencionó que también efectúan el registro de cada obra, “con la toma de medidas, fotografías, deterioros y ubicación de los mismos, que sirvan para tener un control y evitar pérdidas o se muevan de un lugar a otro”.
Aseveró que la reunión fue “para que la feligresía no piense que el INAH no se ha acercado, cuando debe ser un trabajo coordinado, entre la parroquia y el Instituto”.
No podíamos hacer difusión del trabajo por alterar la ley, pero ahora ya nos acercamos para que conozcan el avance de los trabajos y supusieran de lo que actualmente se realiz
Especialistas / del INAH