Como cada año, el pueblo de Huamantla confecciona los majestuosos tapetes de aserrín que adornarán sus calles durante esta celebración conocida internacionalmente como “La Noche que Nadie Duerme" y cuyo objetivo es esperar el paso de la Santísima Virgen de la Caridad.
Desde las 17:00 horas, las familias huamantlecas se reunieron en las principales calles del municipio para dar forma a estas verdaderas obras de arte efímero a base de aserrín teñido de vivos colores, flores, semillas y otros materiales.
Los artesanos trabajan con esmero para diseñar intrincados patrones que rinden homenaje tanto a la virgen como a las tradiciones del primer Pueblo Mágico de Tlaxcala.
Los tapetes, que se extienden a lo largo de más de siete kilómetros, son el resultado de semanas de planificación y preparación, además de una importante inversión económica.
Cada diseño es único y aunque muchos siguen los patrones tradicionales, otras personas han incorporado elementos contemporáneos, lo cual demuestra la evolución de este arte popular.
Esta noche, cientos de personas de todas las edades participan para mantener viva la costumbre que se ha transmitido de generación en generación y mientras confeccionan los tapetes en honor a la virgen, miles de visitantes observan el arte.
La confección de los tapetes es cada 14 de agosto, pero el recorrido de la virgen empieza a las 01:00 de la madrugada del 15 del mismo mes y durante toda la noche la virgen, acompañada de miles de fieles católicos, recorre las calles sobre los tapetes confeccionados en su honor.
La elaboración de los tapetes y la procesión de la Virgen de la Caridad son reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, un título que enorgullece a todos los huamantlecos y que asegura la preservación de esta tradición por muchos años más.
