Al encabezar ayer la fiesta diocesana de los Santos Niños Mártires de Tlaxcala, Antonio, Cristóbal y Juan, el obispo Julio César Salcedo Aquino instó a los jóvenes presentes a anteponer los valores y convertirse en agentes de cambio ante un mundo y una sociedad que exigen una actitud de amor, de servicio, de generosidad, de valentía, de creatividad y audacia.
En la iglesia de Santa María Atlihuetzia, ubicada en el municipio de Yauhquemehcan, enfatizó en que la transformación de la sociedad no llegará del cielo, sino que se construye cada día con pequeñas actitudes desde sus entornos como sus familias.
Al tiempo, les solicitó no escuchar las voces de los profetas de desventuras y, por el contrario, les pidió renovar la esperanza en el Evangelio tal como lo hicieron los también llamados “Patronos de la Niñez Mexicana”.
En el templo cercano al Santuario de los Niños Mártires de Tlaxcala, que permanece cerrado desde hace más de un año por las afectaciones que sufrió a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017, destacó que con la muerte de Cristóbal, Antonio y Juan, fue consagrada la primera evangelización del nuevo mundo.
En lo que fue el inicio de la primera fiesta religiosa en honor a los mártires tlaxcaltecas después de ser canonizados por el Papa Francisco, el jerarca de la Iglesia Católica en Tlaxcala instó a los jóvenes a seguir el ejemplo de los Santos Niños Mártires de ser generosos, creativos, audaces y valientes pues relató que siendo casi unos niños supieron adoptar una cultura diferente a los elementos propios de la suya y, sin temer, anunciaron generosamente el Evangelio.
Al relatar lo anterior, durante la homilía de ayer destacó que Cristóbal, Antonio y Juan, pueden impulsar procesos evangelizadores en cualquier sitio y que es una característica que debe ser aprovechada por los tlaxcaltecas.
“El señor ha venido a nuestra tierra con la sangre de estos mártires que dieron su vida, al igual que Dios, por todos... en la Iglesia nunca faltará el martirio eso es algo que se ha registrado a lo largo de los siglos en contra de los misioneros de Jesús, por la persecución al Evangelio, a la Iglesia, a la vida y a la presencia de Jesús que por eso fue perseguido”, expresó.
ENCUENTRO DE JÓVENES
Previo a la ceremonia religiosa llevada a cabo la tarde de este día, en el seminario de Nuestra Señora de Ocotlán decenas de jóvenes de diversos puntos del estado participaron en un encuentro juvenil para después trasladarse a la Iglesia de Santa María Atlihuetzia.
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