Un paliativo para el pulmón de los bosques es lo que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y el gobierno estatal hacen en el Parque Nacional Malinche (PNM) supuestamente para combatir al gusano descortezador.
Así lo sostuvo, Rafael de la Peña Bernal, responsable del programa Sembrando Vida, quien exhibió las inconsistencias en que incurren los ejidatarios al talar los ocotes para desterrar la plaga.
Manifestó que el escarabajo amplió el número de hectáreas forestales afectadas en bosques del PNM y en Panotla “y las estrategias de combate no funcionan”.
A seis meses de que la Conafor instruyó el saneamiento en los ejidos plagados, señaló que no hay resultados favorables.
Explicó que Chiautempan, Tetlanohcan y Temetzontla, este último del municipio de Panotla, se propagó la plaga a unas mil hectáreas.
Rafael de la Peña criticó las estrategias de combate pues “tenemos más de 900 hectáreas de árbol adulto plagadas, las técnicas de destierro del gusano son paliativos que no ayudan en nada”, denunció.
El funcionario federal argumentó que los árboles de ocote son talados de tallo con motosierra, por lo que dejan vivo al descortezador en la superficie.
Eso sí, aclaró que mientras los incendios forestales incrementan por el estiaje, la población desciende del bosque cargada de troncos de madera que comercializan.
En este sentido, propietarios de predios en Chiautempan, argumentaron que la Conafor oculta información sobre las tareas de combate.
- El funcionario federal argumentó que los árboles de ocote son talados de tallo con motosierra, por lo que dejan vivo al descortezador en la superficie.
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