Es el Día del Chofer, pero a diferencia de otros años, Jorge Rivas no se puede dar el lujo de festejar como la mayoría lo hace cada 31 de mayo.
Así, desde las seis de la mañana y hasta las 21:30 horas se sortea bajo las inclemencias del sol para cumplir como operador en la ruta Petroquímica-Camino Real-Tlaxcala.
Y es que desde que durante este sexenio aumentaron los precios de los combustibles, las cuentas ya no le cuadran pues invierte más de doce horas diarias para sostener a sus tres hijos y esposa.
Afirmó que en el tiempo que lleva de chofer no ha tenido problemas de inseguridad por asaltos o robos a bordo de la camioneta, como es el caso de otros compañeros.
“Hasta el próximo sábado será el festejo en la Petroquímica, antes era el mismo día, pero los dueños dicen que están a punto de la quiebra y por eso tenemos que trabajar diario”, aseveró.
A las 16:00 horas de este jueves, este hombre del volante arribó con usuarios del transporte a la Central de Autobuses de la capital.
Solo dispone de cuatro minutos para cargar transporte, en caso de que no suba un solo usuario, debe conseguirlos en el transcurso del camino en 30 minutos.
Aunque la mayoría de los conductores está de fiesta y el servicio es deficiente, este “chafirete” decidió quedarse a cumplir el turno.
Sin embargo, a Jorge le preocupa que sus patrones han puesto en venta la camioneta, pues con el alza de los combustibles y lo caro de las refacciones para rehabilitar la camioneta de la empresa Transportes Valles de Tlaxcala, resulta incosteable seguir.
Señaló que independientemente del sueldo que percibe que va de los 80 pesos diarios a los 200, debe entregar la cuenta.
“No estamos para festejos, ahora hay que trabajar para mantener a la familia pues no alcanza lo que ganamos, primero se entrega la cuenta al patrón y después si hay ganancia es para la familia”, expresó.
Y así, mientras la mayoría de los trabajadores festeja el Día del Chofer, Jorge de 47 años soporta los más de 30 grados Celsius que azotan a la entidad tlaxcalteca.
En la base ubicada en la Central de Autobuses, a Jorge solo le quedan dos minutos para salir a la décima vuelta del día.
“Aquí en la camioneta desayunamos, comemos y cenamos una torta o tacos, no alcanza para más, en la casa, la mujer exige más dinero para comer, pero lo bueno es que los dos trabajamos y así el muerto pesa menos”.
EL DATO
- La empresa de Transportes Valles de Tlaxcala, que opera en la ruta Petroquímica hasta Tlaxcala, solo tiene 11 camionetas, cada una realiza un tiempo promedio de 60 minutos por vuelta.