La pandemia por Covid-19 provocó este año la suspensión de diversas actividades y la Huamantlada no fue la excepción.En esta ocasión, en un hecho considerado histórico para el estado, el tradicional festejo con más de 70 años de antigüedad no se llevará a cabo.
Así, este tercer sábado de agosto, fecha en que se realiza la capea más grande del mundo, al liberar más de 15 toros en las principales calles del Municipio Mágico, será diferente.
De acuerdo con un artículo publicado en El Sol de Tlaxcala el 25 de agosto de 1968, escrito por José Luis Crespo, señala que la Huamantlada nació en 1951 y que en ese momento era celebrado el 15 de agosto, “el mero mero día” de la Asunción.
En su escrito explica que Huamantla es el único lugar en México en donde, por idea de Raúl González, propietario de Piedras Negras y La Laguna, prestigiadas ganaderías bravas tlaxcaltecas, desde 1951 se lleva a cabo esa práctica.
Relata en ese artículo que en Huamantla se había puesto en práctica el rememorar en vivo el encierro de toros bravos, por lo que desde las primeras horas de cada 15 de agosto era posible ver a los rancheros transportar en sus vehículos y sobre sus propios hombros vigas morillos y redilas para cerrar las calles Matamoros, Juárez y Allende y así trazar la ruta que recorrerían los astados.
El circuito estaba marcado en ese entonces desde el frontón y hasta la puerta de chiqueros de la plaza de toros “La Taurina”, donde se llevaría a cabo la tradicional corrida.
La Pamplona en Huamantla iniciaba a las 11:00 horas y cuya intención era el traslado de los toros a la plaza, y que en ese recorrido docenas de torerillos, con muletas rojas, los toreaban una vez que sonaba el cohetón.
En ese entonces no había personas lesionadas de gravedad o muertas, y recalca que a lo mucho fueron a dar a la Cruz Roja.
Y para la corrida del 24 de agosto de 1968 se presentaron en la corrida de las 16:00 horas Joselito Huerta y Mario Liceaga, acompañados de Gastón Santos.
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