El problema de la migración es visto como “moneda de cambio” por el gobierno de Estados Unidos de América (EE.UU), pues no hay interés real por ofrecer buenas condiciones laborales y políticas públicas en favor de los indocumentados, aseveró el presbítero de la Comisión Diocesana de Movilidad, Elías Dávila Espinoza.
Esto después de la reunión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, en México, en la que la agenda de trabajo no consideró prioritaria la migración, pues solo acordaron redoblar esfuerzos contra el tráfico de personas, el narcotráfico, y compartir información contra traficantes de armas y drogas.
El sacerdote, quien lleva varios años en defensa de los migrantes, aseveró que le preocupa que en la reunión diplomática solo se centraron en temas de inseguridad, cuando existen otros importantes como la movilidad humana.
Sin embargo, celebró que, al llegar a la presidencia, Joe Biden ordenó la reunificación de los niños migrantes con sus familias, puso fin a la construcción del muro fronterizo que inició Donald Trump y pidió revisar de los programas de inmigración legal cancelados por su predecesor.
No obstante, resaltó que el problema migratorio es una” moneda de cambio” entre el gobierno americano y el mexicano, pues las fronteras son una forma de presionar al presidente López Obrador en otros problemas crecientes y de interés binacional.
Elías Dávila Espinoza, Presbítero
La reunión le dio prioridad al tema de inseguridad y desplazó por mucho el de migración”
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