El obispo de Tlaxcala, Julio Cesar Salcedo Aquino, invitó al pueblo a vivir la Navidad con los dones de bondad, gracia, creatividad y valentía, pues aseguró que todos están llamados a colaborar de alguna forma con el hijo de Dios.
Durante la ceremonia de ordenación de 24 sacerdotes, aseveró que el nacimiento de Jesús debe ser motivo de vivir en paz y armonía, pues la sociedad está atravesando por momentos difíciles, al afrentar signos de violencia.
Recordó que los Niños Mártires de Tlaxcala practicaron los dones del Evangelio y al mismo tiempo pareciera que fue con la presencia de Jesús, pues se mostraron humildes, bondadosos y con la gracia de la creatividad, marcada con su valentía.
A los nuevos sacerdotes pidió sencillez y disposición para servir al pueblo de Dios, “pues no todos tienen la vocación de portar la sotana, pues representa un signo de transformación del corazón, no solo es un elemento externo”.
Celebró el apoyo de los jefes de familia para permitir que sus vástagos se conviertan en servidores de la Iglesia, “y su formación representa la continuación de lo que sus padres sembraron en ustedes su vida ordinaria, ahora alimentarán su espíritu de devoción, servicio y fraternidad”.
En la ceremonia efectuada la instalación del Seminario, declaró que los nuevos presbíteros “al tomar la sotana dirán al Señor que darán un paso para comprometerme aún más con Dios y con la Iglesia”.
A los llamados a la vida sacerdotal les refirió que deben enfrentar un proceso de cambio de conversión en el que entiendan perfectamente lo que Dios quiere de ellos.
“Un sacerdote que no tiene espíritu no puede ser útil a la sociedad y aunque eso signifique que sea muy inteligente o tenga una gran capacidad de análisis y persuasión, no podrá mover su parroquia ya que sin espíritu nada funciona”, puntualizó.
“Los invito a dejar a un lado el narcisismo y la soberbia, pues tomar la sotana es revestirse del espíritu de Cristo”
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