De acuerdo con juzgadoras de los tribunales electorales locales de Hidalgo y Querétaro, la violencia política en contra de las mujeres aumentó a raíz de las modificaciones constitucionales que establecieron la paridad de género en los diversos cargos públicos y de representación.

En la visita que hicieron a Tlaxcala, Gabriela Nieto Castillo, presidenta del Tribunal Electoral de Querétaro, y María Luisa Oviedo Quezada, titular del Tribunal Electoral de Hidalgo, compartieron sus experiencias y los escenarios que, como juzgadoras en materia electoral, han tenido que enfrentar y resolver.

Lo anterior, al disertar el foro “Violencia Política por razones de género y su tratamiento ante órganos jurisdiccionales” en el que también participó Jenny Charrez Carlos, activista y cofundadora del Observatorio Ciudadano contra la Violencia de Género. En las instalaciones del auditorio “Luis Carbajal Espino” de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Oviedo Quezada señaló que cuando en México quedó consolidada la reforma para que en los tres órdenes de gobierno, en los tres Poderes y en los órganos autónomos prevaleciera la paridad de género se acrecentó la violencia política contra ellas.

Y es que explicó que con ello, los hombres consideraron que las mujeres llegarían a desplazar los espacios que por muchos años asumieron suyos.

Sin embargo, aclaró que a la violencia política pueden estar sujetos tanto hombres como mujeres, pero que es de género cuando a la funcionaria o representante popular le otorgan un trato diferente por ser mujer. Ante decenas de asistentes, entre los que destacó el coordinador nacional de Nosotrxs, Mauricio Merino, consejeros del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones y magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala y de otras entidades, indicó que la violencia política puede ser una conducta de hacer o también puede ser una omisión, algo que como juzgadores deben identificar al momento de atender cualquier caso.

En su oportunidad, Gabriela Nieto aseveró que en algunos casos las mujeres desconocen los mecanismos para denunciar la violencia política.

Y al igual que su homóloga, consideró que el aumento de la participación de las mujeres en la arena política trajo mayores resistencias para aceptarlas y respetar su lugar, no únicamente por parte de los hombres, sino también por las instituciones e incluso por las mujeres.

De hecho, comparó ese escenario con las problemáticas que acarreó la inclusión laboral de las mujeres, como el acoso.

Agregó que esa resistencia y el vivir todavía un sistema patriarcal, es lo que impide que sea posible transitar por una verdadera paridad de género, lo que implica la existencia de violencia política en contra de las mujeres a fin de inhibir su participación.

Por otro lado, opinó que al momento de juzgar es necesario –primero- reconocer las características de la entidad y los compromisos que cada institución, ya que la resolución en algún tema de violencia política en contra de la mujer no es solo responsabilidad de los tribunales electorales.

Antes, Eréndira Jiménez Montiel, cofundadora de Nosotrxs en Tlaxcala, explicó que el convenio de colaboración que suscribieron la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana y la asociación civil “Nosotrxs por la democracia”, también busca el combate de toda forma de discriminación contra grupos y personas en condiciones de vulnerabilidad, como las mujeres y los pueblos indígenas.

Además, destacó la participación de hombres en el combate en la violencia política por razón de género, y aseveró que es impostergable hacer conciencia de que es imposible asumirse como una sociedad democrática igualitaria mientras exista la violencia y la discriminación.

Durante la firma de convenio con la Asociación de Tribunales Electorales de la República Mexicana, el coordinador nacional de Nosotrxs, Mauricio Merino, dijo que combatir esa violencia política es una misión de los tribuales electorales de la mano de las asociaciones civiles.

• La activista Jenny Charrez Carlos informó que desde la asociación que encabeza han detectado que en Tlaxcala las síndicas son quienes más enfrentan violencia política.

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