Los creyentes deben ayudar a construir un mundo más humano mediante un proceso de cambio social, planteó el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo, al encabezar la celebración por el Miércoles de ceniza.
Ayer, en la misa que presidió en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el jerarca católico enfatizó que los creyentes deben beneficiar la construcción de un mundo mejor asumiendo el proyecto de Dios y empleando los dones que dio a la humanidad.
En su mensaje, resaltó que la ceniza es un signo externo que manifiesta acercamiento hacia Dios.
Así, el obispo Salcedo llamó a los católicos al arrepentimiento y a perdonar para cumplir con la riqueza de la pascua.
Está Cuaresma que iniciamos hoy es signo de este cambio, cuando la asumimos estamos diciendo a Dios, a los demás que ingresamos a un proceso de cambio y asumir el proyecto de vida de Dios
, refirió.
Mencionó que en esta cuaresma el ayuno, la oración y la limosna deben estar presente entre los seguidores de la Iglesia Católica, pues durante el tercer, cuarto y quinto domingo de pascua los pasajes bíblicos se centrarán en la vida de Jesús.
Señaló que la Pascua es el acontecimiento central del año litúrgico ya que recuerda la pasión muerte y resurrección de Jesús, además de que las lecturas de la biblia invitan a esa conversión.
Ahí viene el llamado a la conversación, a la pascua, precisamente el camino nos llama a restaurar nuestro rostro y corazón de cristianos, de arrepentimiento, la conversación y el perdón. Con la pascua el hijo de Dios se hace hombre, el pecado original se disuelve y la salvación es una oportunidad
, enfatizó.
El obispo Julio César Salcedo dirigió la colocación de la cruz de ceniza en la frente de los creyentes que acudieron a la celebración.
De esta forma, la Iglesia Católica en Tlaxcala abrió las puertas de sus templos para recibir a miles de feligreses que acudieron a la imposición de la ceniza.
6 DE MARZO
- La iglesia católica comienza con el tiempo de cuaresma que es un periodo de conversión y penitencia que se caracteriza por el ayuno, la renovación personal y la moderación.
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